Una multitud copó el Barrio Obrero y disfrutó del partido

Hacía rato que no se veían las caras y más con el marco del URBA Top 14, donde juegan los mejores equipos de la Unión porteña de rugby.

Es que las cosas buenas que se dan en esta vida, siempre buscan nuevas oportunidades para aparecer y con la excusa de una justa deportiva, todas esas cosas se hicieron presentes ayer en 21 y 522. Camaradería, charlas antes, durante y después. Con un club Los Tilos que lució bellísimo, donde las nuevas obras brillaron y merecieron el reconocimiento de los visitantes.

Donde estuvo dando vueltas durante toda la jornada, el orgullo del club tilense: el Puma Joaquín Tuculet, que no paró de firmar autógrafos y siempre regaló una sonrisa.

DESDE MUY TEMPRANO

Las puertas del club se abrieron a las 8 y ya desde esa hora, se empezó a apreciar que la de ayer, sería realmente una jornada especial.

Porque a los cientos de chiquitos que integran las divisiones infantiles, se les sumaron sus padres, que aprovecharon el buen clima de la jornada sabatina para disfrutar de un día a puro rugby y en familia.

EL ALMUERZO DIRIGENCIAL

Más de 150 personas se hicieron presentes en el tremendo almuerzo con el que los dirigentes locales agasajaron a los visitantes, en un menú que incluyó las famosas empanadas de Don Andrés y Doña Mónica que más de uno bautizaron como “las mejores de la URBA”. Todo acompañado de un asado, que solo fue interrumpido con la presentación de la copa “Alberto Gómez Cabrera”, el trofeo que desde el día de ayer se pondrá en disputa cada vez que se enfrenten San Luis, Los Tilos y Universitario; los tres clubes por los que pasó “La Macha”, un auténtico símbolo de la docencia y el espíritu deportivo de nuestra ciudad.

Lo dicho, la de ayer fue de seguro, una jornada que se recordará, claro está, hasta que se vuelvan a cruzar de nuevo tilenses y maristas.