La obra de 1 y 32 dispara otro debate con diversas alternativas

Galvanizados por el anuncio de que se construirá un paso bajo nivel en 1 y 32, presentado por las autoridades nacionales como eslabón clave en el plan de electrificación del ramal ferroviario entre La Plata y la capital federal, vecinos de Tolosa, profesionales y legisladores se reunieron en un club de la localidad del norte platense con el objetivo de proponer “soluciones alternativas” para el ingreso de los convoyes al casco histórico.

El encuentro tuvo lugar en las instalaciones del Círculo Cultural Tolosano, donde urbanistas y representantes de ONGs vinculadas con la defensa de los trenes insistieron acerca de la “necesidad imperiosa” de revisar el proyecto de electrificación tal como se viene desarrollando desde el año pasado: con los rieles entrando a la Ciudad a nivel del suelo.

Esta modalidad, que es apoyada por el ministerio de Transporte de la Nación y la Comuna platense, implica la construcción de un paso bajo nivel en 1 y 32 para evitar los embotellamientos que se generarían -de seguir existiendo un cruce con barreras- a partir de diciembre próximo, cuando los trenes eléctricos comenzaran a pasar cada ocho a quince minutos.

Esa obra ya cuenta con un proyecto, realizado por la Unidad de Investigación en Ingeniería Civil (UIDIC) de la Universidad Nacional, que contempla que ambas manos de la 32 pasen, por separado, bajo las vías y la avenida 1. A esos breves túneles, con una altura de 5,10 metros, se accederá por rampas de unos doscientos metros de longitud, cada una con tres carriles de tres metros y medio de anchura, que se desprenderán hacia la izquierda de los actuales andariveles rápidos de la 32.

Los planificadores de Ingeniería idearon, en ese marco, la apertura de un “retorno” en 4 y 32 para compensar el impacto de la desaparición del actual cruce por calle 2 desde Tolosa al casco histórico platense.

Días atrás, durante una jornada de debate que tuvo lugar en la facultad de Arquitectura de la UNLP, vecinos de Tolosa advirtieron que acudirían a la Justicia apenas se iniciara la obra de 1 y 32, por considerar que se elaboró de manera “inconsulta” y que provocaría “un daño irreparable” el centro comercial de la localidad.

En la convocatoria del fin de semana que pasó, en la que estuvieron presentes la diputada nacional platense Gabriela Troiano, miembros de la Junta Vecinal por la Reactivación del ramal La Plata-Brandsen y el arquitecto y urbanista Gustavo Cremaschi, entre otros dirigentes y referentes de la zona, se coincidió en fustigar “la falta de una planificación que atienda las necesidades de los vecinos de Tolosa y la región Norte”, dado que “construir sólo un paso bajo nivel condenará a nuestros barrios a una división muy perjudicial”.

INGRESO SUBTERRANEO

En cambio, se promovió el reflotamiento de la opción de ingreso soterrado entre Tolosa y la estación de 1 y 44, barajada en numerosas oportunidades en el último medio siglo; la más reciente, a fines de la década pasada, cuando se anunció que el Roca llegaría soterrado a una “terminal multimodal” con andenes subterráneos, para cuyo diseño se llamó a concurso.

“La mejor solución es entrar con un soterramiento” evaluó Cremaschi, quien argumentó que eliminar la barrera urbana que representa el actual tendido a lo largo de 1 entre 44 y 528, se traduciría en una revalorización de un amplio sector de la Ciudad, y agilizaría la conectividad del microcentro con la Autopista.

Los tolosanos presentes en el encuentro manifestaron su preocupación por la “operatividad” de la Comisaría local, los servicios educativos y también las emergencias médicas cuando lleguen los trenes eléctricos.

“Si pasan formaciones cada pocos minutos”, expresaron, “no podrán mantenerse los cruces peatonales que tienen las vías actualmente, y va a ser virtualmente inviable el paso con barreras de calle 528, que no se sabe si seguirá abierto; sólo quedará como opción el paso bajo nivel, y Tolosa se partirá en dos definitivamente”.

En la reunión se planteó la posibilidad de acercar la iniciativa de soterramiento al ministro de Transporte nacional, Guillermo Dietrich. “Es necesario que la capital de la Provincia haga escuchar su voz, o al menos que se contemple analizar otra propuesta, no tiene que avanzar una obra que ya es resistida por los vecinos” expresó Enrique Pérez Balcedo, de la Junta por la Reactivación del Ramal La Plata-Brandsen: “debemos buscar que el tren una a los platenses y no que nos divida”.

“El carácter de ‘obra heredada’ de la anterior administración, tal como la calificaron en algunos ámbitos oficiales”, se subrayó, “no obliga a continuarla al pie de la letra si hay mejores opciones”.