A puro beso con el Pocho

“Para sacar la cuenta de todos los novios que tuvo Juana Viale, necesitamos una calculadora científica”, dijo ayer Jorge Rial en “Intrusos”, al anticipar la nueva noticia que involucra a la “nietísima”. Es que, a decir verdad, nunca se sabe si Juanita está soltera, de novia, con uno o con otro. Lo que sí se sabe es que, cada tanto -y muy seguido-, nos sorprende con algún amorío o affaire que nos deja a todos con la boca abierta. Esta vez, su “presa” fue el sex symbol de la Selección Nacional, Ezequiel Pocho Lavezzi, y algunos más...

La bomba la lanzó Rodrigo Lussich el fin de semana, al contar que Juana se encontraba con un grupo de amigos y familiares en Nueva York. Sobre Lavezzi, quien tiene un brazo enyesado, dijo que el sábado a la tarde estaba en el mismo hotel que la actriz. “El jugador tiene novia, aunque algunos dicen que están distanciados”, aseguró Lussich.

Su noticia “bomba” fue ampliada ayer, con mayores detalles, en la emisión de “Intrusos”.

“El dato lo pasan algunas personas que estaban en ese mismo restaurante, en el que coincidieron la actriz y el delantero, que se llama Rosarito Fish Shack”, comenzó contando “Tartu”, quien tiene muchos contactos norteamericanos porque vivió en Estados Unidos durante varios años.

De acuerdo al relato del “Intruso”, el restaurante donde se encontraron pertenece al hermano de Junior Mazzoni, el representante del “Pocho”.

“Juana termina la noche con Lavezzi, pero antes se había chapado a dos más”, anunció el panelista, a la vez que agregó: “Al primero que habría besado fue, justamente, al dueño del lugar”.

Y la otra persona que habría pasado por los labios de la nieta de Mirtha esa misma noche habría sido la uruguaya Victoria Céspedes, su compañera en la obra “La sangre de los árboles”.

A Juana Viale, sin compromisos y de lo más descontracturada a la hora de las relaciones amorosas, el trascendido de la noticia no le habría afectado en nada. Sin embargo, el escándalo habría golpeado fuerte en la relación de Lavezzi y Yanina Screpante, quien ya no sabe más cómo perdonar una infidelidad del delantero.