¿Impuesto a las colas? La tasa a los cajeros abre una polémica

El Municipio proyecta gravar con una tasa especial a los bancos con servicio de cajeros automáticos que generan colas de usuarios en la vía pública. Se trata de una de las reformas que se plantean en la modificación de la ordenanza fiscal de la Ciudad y que despertó polémica por los puntos “grises” que presenta, en particular, esa iniciativa, pues no se entiende, por caso, porque la medida alcanzaría sólo a las entidades bancarias si existen otros tipos de trámites que también producen largas filas sobre las veredas.

Otro de los interrogantes que llevó a la reacción de algunos usuarios se vincula con la forma en que los bancos afrontarán ese tributo porque se teme que el costo pueda ser trasladado a las transacciones que realicen los clientes.

Que dice el proyecto

De acuerdo al proyecto de ordenanza que ingresará hoy en estado parlamentario en el Concejo Deliberante, todos los bancos con actividad en La Plata deberán pagar “por defecto”, mensualmente, un canon de $2.500 por cajero automático que disponga. Luego, si la entidad financiera puede demostrar que cuenta con espacio bajo techo suficiente para los usuarios que convoca y personal de seguridad que custodie el lugar, le será devuelto el monto “extra” que ha abonado. “En principio lo tienen que pagar todos, pero aquel que tenga las condiciones para que la gente no quede a la intemperie no va a tener que tributarlo”, explicó el concejal Julio Irurueta, presidente de la comisión de Hacienda, donde comenzará a discutirse la reforma fiscal a partir de mañana.

Durante los primeros diez días de cada mes, se sabe, lo que resalta en el paisaje de las calles céntricas son las colas de vecinos que invaden, por largas horas, los espacios de la vereda que corresponden a bancos, centros de pago y a veces, en días de vencimientos, a empresas de servicios.

Pagarían entre 100 y 150

En La Plata, se estima, hay unos 1.000 equipos de expendio de dinero, y según un relevamiento efectuado por la Agencia Platense de Recaudación - APR - los que terminarían tributando a partir de la instrumentación del proyecto serían entre 100 y 150, que son aquellos que no disponen de espacio bajo techo ni de personal de custodia contra la inseguridad.

El concejal del oficialismo señaló que esa cantidad de cajeros que contribuirían a la recaudación del fisco local “no representa un ingreso muy significativo”. El edil subrayó, en ese sentido, que “si bien es un monto que puede ser útil para reforzar la seguridad en los lugares donde los usuarios de cajeros están más desprotegidos, lo importante de la norma es la cuestión de fondo, ya que apunta a que los bancos les brinden a los vecinos la comodidad y seguridad que merecen cuando hacen sus operaciones”.

La idea se importó de España. En algunos ayuntamientos de ese país el gobierno local comenzó a cobrar - polémica mediante - un impuesto por el uso del espacio público a los bancos con cajeros automáticos en las veredas.

Según resaltó Irurueta, el canon no lo absorberán necesariamente los usuarios del sistema de cajeros. “Los bancos no pueden hacer ese traslado si no es por disposición del Banco Central”, explicó.

¿En qué posición quedarían dentro de esta medida los centros de pago “exprés”, que son lugares donde también se producen filas de personas que ocupan gran parte de la vereda? El edil anticipó que esos casos “quedarán para una segunda etapa” de aplicación de la medida.

No así será con los kioscos o los pequeños comercios que dispensan crédito para la tarjeta Sube y que también son escenario de filas en sus accesos.

“Una cosa es cobrarles un tributo a un banco, que le impone un costo a sus clientes por operar con los cajeros y otra muy distintas es incorporar en la iniciativa que recauda apenas un porcentaje por el trámite de recarga para el boleto”, remarcó Irurueta.