Entraron a robar en una escuela y se llevaron hasta una heladera

Las escuelas y jardines de la Región son uno de los blancos fáciles de los delincuentes, que actúan en la oscuridad de la noche para irrumpir en las entidades, causar desmanes y llevarse los pocos elementos de valor que el personal docente y los alumnos usan en el día a día.

Esta vez fue el turno de la Escuela Nº 50, ubicada en 142 entre 70 y 71, en Los Hornos. Los ladrones, de quienes se ignora sus identidades y en qué número actuaron, ingresaron por la puerta principal de la institución. Al parecer la forzaron, aunque “no sabemos cómo hicieron”, indicó Marisa Avancini, la directora.

Lo que sí quedó claro fue lo que hicieron inmediatamente después: “Barretearon la puerta de la biblioteca para buscar distintas cosas de electrónica y tecnología”, señaló la docente.

El panorama con el que se encontraron ayer a las 7 de la mañana los trabajadores auxiliares que se desempeñan allí fue desolador. Dentro de esa dependencia faltaba la heladera, un equipo de música y unos parlantes. Alrededor, había el desorden típico que queda luego de un paso intempestivo de varios delincuentes.

No fue el único lugar por el que estuvieron los intrusos. También fueron a la cocina, de donde se robaron ollas y pavas, indicó Avancini, en diálogo con EL DIA.

En la Dirección también se toparon con un escenario similar, porque los ladrones revolvieron papeles y dejaron muchos tirados en el piso.

Lo único que hubo para rescatar sobre eso fue que no se perdió documentación importante, al menos por lo que se pudo verificar en la inspección preliminar que hizo el personal.

Es que tuvieron que dejar todo intacto hasta la llegada de los peritos de la Policía Científica, que recorrieron la escuela para constatar cómo había quedado el lugar, y además para buscar alguna huella o rastro.

Sin clases

A partir de los trastornos que hubo por este nuevo robo, en la entidad ayer no se dictaron clases. La gente que trabaja en la escuela, de todas formas, tuvo una respuesta humanitaria a pesar de los problemas: se mantuvo abierto el comedor al que asisten muchos chicos de la zona.

Claro que no fue fácil para ellos: todo significó “un gran desastre, cómo rompieron las puertas y los candados”, señaló Avancini.

Lo que más los tiene a maltraer es que cada caso se repite uno atrás de otro, y que no parece haber respuestas para que la tendencia se detenga.

“La escuela va siempre de punto. Ya entraron, desde que entré en 2014, cinco veces. A principios de este año fue la anterior, se metieron al patio y al comedor. Cada vez que pasa esto, andan por distintos sectores para robarse elementos de los docentes y del equipamiento que se usa para enseñar”, expresó la directora.

la educacion en jaque

En diferentes puntos de la Región hubo robos e intrusiones violentas en instituciones educativas. Casi siempre de madrugada, con el interés de llevarse cuanto puedan, aunque resulte discutible la utilidad que los ladrones le puedan dar. Un ejemplo de esto último fue el robo sucedido en un colegio católico de City Bell de donde sustrajeron distintos elementos de valor y la figura de una Virgen.

De ese caso no pasó ni un mes. Otro episodio parecido se produjo cerca de donde robaron ayer. Se trata del jardín municipal Nº 1, que funciona en la calle 143 bis entre 57 y 58.

“Hubo arrebatos en la calle, robos de motos y otros casos. Se pidió a la policía que mande gente y patrulleros para estar más tranquilos”, señalaron en ese barrio, sobre una tendencia que comenzó hace semanas.

Ahora, en 70 y 142, piden una consigna policial, “por lo menos para los horarios de entrada y salida de alumnos”, indicaron.