Es preocupante la demora en la construcción de la nueva planta de residuos

La construcción de la nueva planta de tratamiento de residuos que, antes de 2017, deberá recibir la basura generada en la Región, sigue caracterizada por una sucesión de inconcebibles demoras, a pesar de las intimaciones judiciales y de los reiterados anuncios de que esa obra se concretaría.

Como se sabe, desde hace ya mucho tiempo que la planta de Punta Lara, habilitada hace más de tres décadas, se encuentra completamente saturada en su capacidad y es este contexto de alcances sociales, ciertamente crítico, el que justifica sobradamente la preocupación existente en distintos sectores.

Ahora, de acuerdo al informe publicado en este diario, a seis meses de que se agote el plazo estipulado por la Justicia para que se abran las puertas del nuevo predio de Ensenada -y en el mismo momento se clausure definitivamente el relleno sanitario que Ceamse todavía opera camino a Punta Lara-, la planta de tratamiento integral de residuos para nuestra región aún espera su primer ladrillo.

Como se sabe, de acuerdo con lo dispuesto por la Suprema Corte bonaerense, en uno de los capítulos más recientes de una disputa larga y controvertida entre organizaciones ambientalistas, vecinos y el Estado, el enterramiento de basura domiciliaria en el Centro de Disposición Final Ensenada debe cesar antes de que empiece 2017.

Sin embargo -y a pesar de que para el montaje y la puesta a punto de la Planta de Tratamiento Mecánico Biológico (TMB) se necesitaría un año más- apenas se terminaron las tareas de compactación y movimiento de suelos en el predio de diagonal 74 y arroyo El Gato, lindante con el Aeroclub, donde se la erigirá.

Lo concreto es que las posibilidades ciertas de que pueda resolverse el grave problema de la disposición final de los residuos en nuestra zona, vuelven a quedar condicionadas ahora por las demoras –se presume que podrían ser extensas- que se registran en la ejecución de los trabajos, que hoy sólo se encuentran en la etapa de compactación del suelo.

Como se sabe, son unas 800 las toneladas diarias de basura domiciliaria que produce la región Capital, es decir, La Plata, Berisso, Ensenada, Brandsen, Magdalena y Punta Indio. Esa carga se deposita hasta ahora en el predio de Punta Lara, que literalmente “no da más” pues su capacidad de depósito se encuentra desbordada.

En estos años fueron ingentes las gestiones impulsadas por vecinos y entidades ambientalistas por la existencia de un mejor tratamiento de los residuos de la Región, reclamándose a partir de esa premisa el cierre definitivo de la planta de tratamiento de Ensenada por considerarse que no responde a las demandas actuales en la materia.

No debiera ser necesario, entonces, instar a las autoridades responsables a que velen por una mayor rapidez en la ejecución de los trabajos para construir la nueva planta hasta garantizar su entrada en funcionamiento. Esa habilitación significaría incorporar a las propias del enterramiento sanitario las ventajas del reciclado. La crítica situación que hoy se vive en la Región en lo que se refiere a la recolección y disposición final de los residuos registrará, ciertamente, una mejora sustancial cuando se habilite la nueva planta.