En coma tras una cirugía estética no autorizada

Una chica de 15 años lucha por su vida en el Hospital Alvarez de la capital federal, tras haber sido sometida sin permiso de los padres a una cirugía estética en una clínica privada del barrio porteño de Flores.

“Según un médico de este hospital, ‘si hubiera llegado tres minutos después se moría’, dijo Fernando Pérez, el padrino de Erika Carrasco, la adolescente que -con los ahorros de la madre- consiguió que le hicieran una cirugía estética de abdomen.

Según el último parte médico del hospital Alvarez, la adolescente permanece en “estado crítico, aunque estable, y responde bien a la medicación, pero continúa en coma farmacológico y con asistencia mecánica respiratoria”.

De acuerdo a lo relatado por el familiar, Erika fue madre hace un año y se sentía mal con las estrías que le habían quedado del embarazo, por lo que le pidió a su madre “que la acompañara a la Clínica Neuquén de Flores, donde le sugirieron una cirugía estética”.

“Una médica le ofreció garantías y mencionó que ella misma era profesional del Hospital Churruca, a lo que mi cuñada le respondió que por más que trabajara allí ‘ni loca le daba permiso a su hija para que se opere’.

Pero la chica siguió insistiendo a su madre al abandonar el lugar, y ante la negativa de ésta tomó 30.000 pesos, que eran ahorros de su madre, y consiguió acceder a la intervención sin el consentimiento de un adulto responsable.

“No la habían terminado de operar y mi ahijada no respiraba. La madre, cuando la llamaron y al ver el cuadro y que la querían llevar a una clínica de la localidad bonarense de Capitán Sarmiento, se negó y llamó al SAME, tras lo cual fue trasladada al Hospital Alvarez, donde lucha por su vida hasta hoy”, explicó el padrino de la chica.

La familia de la menor denunció que “no existió consentimiento” para que la clínica realice la operación, lo que según Juan Manuel Di Diego, director médico del Centro de Recuperación Estética Nutricional y Física (CRENYF) “es incomprensible”.

“A un menor de edad no se le puede indicar ni una dieta sin el consentimiento de sus padres. Ni hablar de una cirugía. Lo que ha pasado en este caso es inaceptable”, sostuvo Di Diego.

Para el especialista, las complicaciones se evitan “minimizando los riesgos al máximo. Pero este caso excede a las complicaciones propias de cualquier cirugía. No hay ninguna posibilidad de intervenir a un menor sin permiso de un adulto responsable. Sin llegar a este extremo, y desde ya con la plena participación de los padres, la cuestión estética y reparatoria igualmente nos exige de un gran cuidado por parte de los profesionales, sobre todo con los adolescentes que buscan mejorar su aspecto en base a una imagen distorsionada de su propio cuerpo”.