No logran frenar el descontrol de los “enganchados” a los servicios
| 1 de Agosto de 2016 | 02:58

Con sus consecuencias, que afectan la calidad del servicio en general y hasta son un riesgo para quienes se ponen a manipular los tendidos de cables o cañerías, crecen en la Región las conexiones clandestinas de las prestaciones domiciliarias.
No zafa ningún sistema: la luz, el gas, el agua y las cloacas que se extienden, fundamentalmente, por las redes localizadas fuera de los cascos urbanos de La Plata, Berisso y Ensenada cuentan con un buen número de “colgados”.
La mayor cantidad de viviendas “enganchadas” a la distribución de los servicios se encuentra, según las empresas prestatarias, que coinciden en ese sentido, en zonas no del todo urbanizadas, por lo general asentamientos, a pocos metros de donde llega la toma “madre” y que entonces, con artilugios “técnicos”, de factura casera e ilegales, los usuarios irregulares se conectan.
La mayor cantidad de viviendas enganchadas se encuentra, según las empresas, en zonas no del todo urbanizadas
De acuerdo a las estadísticas actualizadas de Edelap, en el área de concesión de la operadora eléctrica, hay unas 55.000 conexiones ilegales. Se trata, en ese caso, de un fenómeno que, aseguraron los voceros de la empresa, “ha crecido exponencialmente en los últimos años”. Y es que, el registro de 2002, por caso, daba cuenta de 30.000 “colgados” del sistema.
El número de enganches precarios al servicio de luz representa, además del peligro que implica que manos no expertas manejen un mecanismo tan complejo como el eléctrico, una pérdida considerable para la distribuidora. “El 14 por ciento de la energía que se compra al mercado mayorista se pierde en las conexiones clandestinas y es energía que nunca se recupera, por lo que además es un problema económico para la empresa”, afirmaron los mismos voceros.
Agua y cloacas ilegales
Entre las prestaciones que brinda Absa - agua corriente y servicio de cloacas -, la más vulnerada suele ser la de la red de desechos sanitarios, aunque en algunas zonas se “pinchan” también las cañerías por donde circula el suministro de agua. A la empresa le resulta “difícil” cuantificar, según se explicó, las conexiones clandestinas, y recién se entera del “enganche” si le llega la denuncia de vecinos o recibe reclamos por vías “no formales” y advierten la irregularidad, luego, las cuadrillas que asisten al lugar para reparar la falla y se pone en evidencia entonces la ilegalidad.
Cuando Absa detecta conexiones clandestinas procede al corte del servicio y aplica multas, que pueden alcanzar un valor igual al de la facturación de 12 períodos de consumo, según se indicó. En el caso de que la irregularidad se efectúe a través de un inmueble que tiene un servicio habilitado, la empresa corta el servicio de esa vivienda y se penaliza al titular del suministro.
El gas también se roba
El tendido de gas, por su nivel de complejidad técnico, es más difícil de alterar. No obstante, la distribuidora de la Región, Camuzzi, detecta, con alguna frecuencia, domicilios que se llevan suministro del fluido sin pagar.
Al igual que Absa, para esa empresa no es posible establecer una estimación de situaciones irregulares. “A a nivel operativo esas conexiones no existen para el sistema - señalaron fuentes de la compañía -, y ante cada instalación clandestina de la que se toma conocimiento, se procede a la desconexión y se realiza la denuncia correspondiente ante la Justicia, porque esto constituye un delito”.
En esta línea, fuentes de Camuzzi afirmaron que la concesionaria descubre las conexiones clandestinas cuando son denunciadas por algún vecino o cuando el personal de la empresa las detecta en sus tareas operativas de calle.
Otra forma de captar “colgados” a las cañerías es mediante el análisis estadístico de consumos, que permite detectar variaciones llamativas en el hábito de gasto de gas de cada cliente.
la TV por cable
Gran parte de la televisión que llega por cable a los domicilios de la Región no se paga. Y eso es porque a las operadoras de los paquetes de canales públicos y privados les resulta por demás dificultoso controlar cuáles son las bocas pagadas por los clientes y cuáles las que están conectadas sin habilitación de las distribuidoras.
Según un relevamiento efectuado tiempo atrás por firmas de los tendidos que llevan tv a los hogares, se roba entre el 6 y el 10 por ciento de la prestación, aunque eso en promedio, ya en el centro platense no es raro encontrar edificios en donde la mitad de los usuarios está enganchada.
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