¿Disfrutar? Travascio, con el foco puesto en competir

RIO DE JANEIRO, BRASIL
ESPECIAL

Por PEDRO GARAY
ENTREVISTA

La platense Victoria Travascio decidió poner en pausa su vida durante cuatro años para intentar alcanzar por primera vez la participación olímpica. Dejó tiempo, dinero y mucho sudor y, finalmente, junto a Sol Branz, su embarcación, la ya célebre “Milanga”, consiguió la plaza. Podrían haberse dicho a sí mismas “objetivo cumplido” y pisar Río decididas a disfrutar de un evento que abruma de emociones: lejos de eso, la dupla no piensa en nada más que la competencia, que comenzará hoy.

De hecho, el equipo de vela es el que más tiempo lleva concentrado para estos Juegos: aprovechando la cercanía, visitaron Río varias veces en los últimos meses. “Estamos desde mayo yendo y viniendo, y ya desde el 31 de julio estamos acá fijos”, cuenta Vicky en las horas previas a sus primeras regatas en la clase 49er FX.

Pura seriedad: Travascio regresó con los suyos apenas un ratito, a fines de julio, para despedirse de la familia y los afectos y volver a Río para hospedarse, además, lejos del avispero que es la Villa Olímpica, llena de ruido y distracciones.

“Nos queda muy lejos la Villa. Estuvimos allá el día de la apertura, y vamos a ir después de nuestra competencia, a pasear por ahí”, dice, y se nota que la cuestión no la desvela: “Estamos muy enfocadas en nuestra preparación y la competencia, todavía no tenemos esas ganas de disfrutar de lo que es un Juego”.

“Igualmente fuimos a ver beach vóley”, intenta aclarar Travascio, aunque enseguida se delata: hasta el viaje a Copacabana, la sede más musical y festiva de los Juegos Olímpicos, fue parte de la preparación para la competencia: “Quisimos buscar una actividad que nos distrajera un poco de nuestro tema”, cuenta.

“No somos las favoritas, así que no tenemos ningún tipo de presión, son nuestros primeros Juegos, pero vamos a hacer lo mejor posible y no nos vamos a achicar, porque también sabemos que podemos estar adelante”, dijo Travascio

Por supuesto, tanta previa puede generar algo de ansiedad, pero la platense jura que “estamos muy bien, tranquilas, sabemos que hicimos todo lo posible para llegar a lo más alto, dejamos todo, entrenamos mucho. Y la verdad es que no nos queda nada pendiente, ahora queda la mejor parte: intentaremos que todo salga bien en el momento clave”.

“No somos las favoritas, así que no tenemos ningún tipo de presión, son nuestros primeros Juegos, pero vamos a hacer lo mejor posible y no nos vamos a achicar, porque también sabemos que podemos estar adelante”, afirma Travascio.

Las palabras “primeros Juegos” quedan flotando en el aire: al inicio de este ciclo, cuando Vicky tuvo que comprar por 20 mil dólares su primer 49er, embarcarse en una clase desconocida en el país y pelear por el apoyo del Enard, se prometió a sí misma y a sus afectos que la aventura, que colocaba en animación suspendida su desarrollo profesional fuera del deporte, sólo duraría cuatro años. Y ahora, una frase se escapaba para sugerir que habría segundos, terceros Juegos...

“¡No dejan de ser mis primeros!”, intentó justificarse, entre risas, Vicky, confrontada con su desliz. Pero, enseguida, aplastó los pensamientos del futuro de su mente y volvió al presente olímpico, lo único que ocupa su mente: “Creo que la idea es seguir un poco más, pero hasta que no terminen los Juegos no quiero proyectar nada. Tenemos pensado un largo descanso, y después veremos qué hacemos”.