Bullrich denunció amenaza de bomba en la Casa Rosada

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, reveló hoy que esta mañana, a través del teléfono de emergencias 911, se recibió una "amenaza anónima en la que pedían que se pague un millón de dólares para no poner una bomba en la Casa Rosada". Durante una conferencia de prensa realizada en la Casa de Gobierno, tras los incidentes que tuvieron lugar en Mar del Plata en ocasión de la visita del presidente Mauricio Macri, Bullrich dijo que "hoy (por la mañana) hubo una amenaza planteando que iban a poner una bomba en la Casa Rosada si no se pagaba 1 millon de dolares".

En ese contexto, la ministra subrayó que "se tomaron los protocolos del caso y, por supuesto, se va a investigar de dónde viene esa llamada". Desde el ministerio recordaron que no es la primera vez que se recibe una amenaza de bomba anónima contra la Casa Rosada y contra lugares cercanos al presidente Macri. Recientemente se confirmó la amenaza con 11 mil llamadas al teléfono 911 anunciando un ataque con una bomba contra el departamento propiedad del Presidente ubicado en la avenida Del Libertador al 2700 episodio por el que "hay tres personas detenidas, dos de ellas son 2 argentinos y 1 mujer de nacionalidad uruguaya" mientras que ratificaron que "hay una pareja prófuga".

Los llamados se habían efectuado desde un domicilio en la localidad bonaerense de Del Viso, donde se realizaron allanamientos en su momento y "se secuestraron 7 celulares". En el departamento de Macri ahora vive Arribas, titular de la AFI. Otra amenaza de bomba que no habia sido confirmada oficialmente fue recibida en Casa Rosada el pasado 14 de julio al mediodía, tal como en su momento habían informado fuentes policiales, por lo que se inició el "protocolo de seguridad" con la actuación de la brigada de explosivos de la policía federal que revisó con perros toda la casa, por dentro y en los alrededores.

La Casa Rosada en ese momento -con el presidente Macri trabajando en su despacho del primer piso- fue vallada por 8 cuadras a la redonda, y no se permitió el ingreso ni egreso de nadie, ni siquiera de personas que trabajaban en el edificio, aunque después de varias horas de incertidumbre, terminó confirmandose que se trató de una falsa alarma.