Noches sobre ruedas en City Bell

Un grupo de vecinos de City Bell se junta todos los lunes y los miércoles a la noche, montados sobre sus rollers para recorrer un amplio circuito que puede abarcar hasta 20 kilómetros. Son tan entusiastas que ni el frío intenso del invierno ha logrado detenerlos. La actividad combina la posibilidad de un buen ejercicio físico con la militancia por un medio de transporte no contaminante y la posibilidad de disfrutar del paisaje que acompaña las calles de buena parte de la zona norte.

“Conocer nuestro barrio en rollers es un buen plan”, dicen los entusiastas miembros de este grupo en la convocatoria que renuevan cada semana en su Facebook. Se juntan alrededor de las 20 en la Plaza San Martín, en el playón de la feria de City Bell. Pero también suelen sumarse a los sábados en horas diurnas, con recorridos más amplios con sus “primos” de La Plata.

En ambos casos el nivel de patinaje es inicial por lo que cualquiera puede acceder. El único requisito ineludible es saber frenar, una condición de seguridad indispensable.

No es lo único. También suelen programar otras salidas por fuera de esa rutina, pero suelen ser para integrantes que ya están consolidados en el grupo.

En los meses de invierno vienen juntándose entre 10 y 15 personas cada jornada, pero el pelotón es mucho más nutrido a medida que se acerca la primavera. “Podemos llegar a se 30 personas tranquilamente”, dicen.

Quien recién empieza tendrá su contención, porque el grupo tiene sus guías, que son quienes de algún modo coordinan las acciones. Entre los rollers de City Bell uno de ellos es Federico Bossi Bonín. Cuando un nuevo patinador se suma se hace una vuelta a un ritmo apropiado para el debutante. Y después otro circuito a mayor velocidad para que disfruten quienes tienen mayor experiencia.

Los recorridos cambian, y muchas veces tienen que ver con el estado de las calles. Periódicamente se organizan salidas que son únicamente para detectar nuevas calles transitables. “El asfalto tiene que estar bien porque es unas de las causas de caídas”, dicen.

El circuito es de aproximadamente 20 kilómetros, por lo que el grupo que sale desde el centro de City Bell suele pasar por la República de los Niños e incluso llegar hasta 19 y 508, en la zona del Hospital San Roque.

En general circulan por calles internas, excepto cuando requieren atravesar el Camino Centenario. Hay allí uno de los grandes atractivos para todos los patinadores, el nuevo puente cercano a la Estación que ofrece una bajada pronunciada para tomar velocidad.

Verónica Gismondi es una de la patinadoras del grupo. Ella es de La Plata pero cada lunes y miércoles decido ir a City Bell a rollear. “A mi lo que me gustó es la posibilidad de hacer una actividad al aire libre, porque siento que me hace bien”, dice. Y suma la posibilidad de conocer gente y alimentar la vida social. “Muchas veces nos quedamos comiendo o tomando algo, u organizamos alguna salida”, cuenta.

Para ella cualquiera pueda practicar la actividad. “Lo único que hay que superar es el prejuicio del ‘otro’, porque muchas veces nos gritan cosas, tanto los peatones como los automovilistas”.

Además valora la posibilidad de ver y de conocer la ciudad desde otro punto de vista. “Todo eso hace que esta sea una experiencia para vivir”.