Con mucha actitud, Gimnasia sacó adelante un duro partido

Por ANIBAL GUIDI
COMENTARIO

No faltó a la verdad el técnico Gustavo Alfaro cuando, en vísperas del inicio del campeonato, admitió que “nuestro punto fuerte pasa por la actitud”, y ayer, luego del muy buen triunfo (2-0) ante Vélez, en el Bosque, donde Gimnasia en la práctica fue futbolísticamente lo que él había remarcado, en rueda de prensa agregó además, siempre en torno a lo que él entiende como actitud que a su criterio es “la capacidad de un equipo de saber lo que tiene para jugar, y el estar convencido de que el partido se puede ganar”.

El Lobo, en su presentación en el torneo de Primera División, resolvió ayer a su favor un partido que se le planteó desde el comienzo muy complicado por la rápida expulsión de Facundo Oreja, por juego brusco, y lo hizo con entrega, inteligencia, criterio, esfuerzo y solidaridad, y que materializó en la segunda parte con dos muy buenos goles anotados por Franco Niell y el debutante Nicolás Ibáñez. La lluvia, que el campo de juego no la soportó plenamente, el viento y el frío ya, desde el arranque, le otorgó un matiz especial al partido, y a los 6’ el local se quedó con uno menos por la expulsión de Oreja que fue fuerte con plancha sobre Díaz. El estado del campo, muy resbaladizo, jugó un papel importante en la acción, es cierto, pero también medió la acción del marplatense que golpeó al volante velezano con dureza. Su expulsión con roja directa, resultó algo apresurada por parte del árbitro Trucco que pudo haber resuelto todo con una amarilla, pero lo cierto es que fue la primera emoción de un duelo que encontró a Gimnasia mejor, tanto que a los 21’ tuvo su primera chance de abrir el marcador cuando Franco Niell sacó puntazo de derecha dentro del área que obligó a Aguerre a una gran atajada.

Alfaro, con buen criterio, ubicó a Imperiale como lateral por derecha y bajó al medio a Niell. Con ello evitó que Vélez tuviera supremacía en el medio y arriba, factor clave para inclinar la balanza de cualquier partido. La visita no pudo quebrar ese muy bien urdido frontón defensivo que le planteó el Lobo y solamente inquietó con remates largos uno de los cuales, ejecutado por el capitán Desábato, encontró buena respuesta en Martín Arias.

Sobre el final bien pudo Gimnasia ponerse en ventaja cuando Meza se llevó una pelota por el medio y luego cedió hacia la derecha para Carrera que mandó un centro por elevación al área que pudo conectar de cabeza Vegetti pero elevó el balón por sobre el horizontal. Era evidente que el local debió realizar un gran esfuerzo para poder equilibrar las cargas, aunque la inoperancia de la visita jugó también a su favor. Tras el descanso, apenas 11 minutos se demoró Gimnasia en, finalmente, conquistar el primer gol. Y solo dos jugadores, uno de ellos el arquero Arias y el otro Imperiale con una peinada de Vegetti incluida, tocaron la pelota antes de que ésta le llegara a Franco Niell, que tras un error de Nasuti, que no pudo despejarla, con toque por sobre el golero Aguerre hizo estallar al Bosque. Bassedas intentó cambiar esa pasividad que mostraba su equipo y por eso incluyó a Correa y Maxi Romero pero eso no ayudó a que creciera el peso ofensivo de Vélez, que ya tenía a Pavone y Barcos, sus dos referentes en ataque. Alfaro, a su vez, puso a Guanini de lateral y pasó a Imperiale al medio. Peor aún fue la situación para el Fortín cuando a los 41’ Desábato vio su segunda amarilla y la roja por un empujón. El final, igualmente, aún no estaba decretado y, antes de que se cumplieran los 45, el debutante Nicolás Ibáñez, tras un jugadón por izquierda con centro al área de Licht, con toque al palo izquierdo, selló el 2-0. Este momento lo atesorará por siempre el ex Comu. Hubo ayer dos aplausos estruendosos en el Bosque. El primero, en la inauguración de la Platea H Néstor Basile, y la otra se la tributó la estoica hinchada que desafió las inclemencias del tiempo a sus jugadores, que elaboraron un triunfo enorme en el debut.