La economía no logra recuperarse

La actividad económica no logra recuperarse, según reconoció el propio Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) en su último informe dado a conocer en la semana.

Según los datos del Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) la actividad económica cayó 4,3% en términos anuales, acumulando una contracción de 1,3% interanual en lo que va del año.

De esta forma, se consolida la recesión que comenzó en el último trimestre del 2015 y se convalida la estimación adelantada por el BCRA en su último informe de política monetaria (aunque en mayor magnitud, dada la estimación del Nowcast de 0,9% interanual para el segundo trimestre), destaca, por su parte un informe de la consultora Management & Fit.

CAIDA EN LA DEMANDA

Según el trabajo, la pérdida de poder adquisitivo y la contracción fiscal enfriaron la demanda, amortiguada apenas por el empuje de las exportaciones agropecuarias y una inversión con señales mixtas (caída de construcción y más compras de equipamiento).

Mediciones alternativas sugieren que este escenario se mantuvo a comienzos del segundo semestre, aunque el panorama mejoraría en los próximos meses.

La recesión no pasó desapercibida en el mercado laboral, donde el nivel de desocupación trepó al 9,3% de la población económicamente activa (PEA).

La caída del consumo explica gran parte de la situación actual. Combinando información del INDEC con datos de la Ciudad de Buenos Aires, en junio las ventas en shoppings mostraron una baja de -14% en términos reales (8,5% anual en el acumulado del año). Algo similar ocurrió con las ventas en supermercados.

A pesar de los numerosos descuentos y promociones el consumo masivo se desplomó un 14% en junio (8,1% acumulado).

IMPACTO INFLACIONARIO

La aceleración inflacionaria erosionó el poder de compra de los hogares (según datos oficiales, la remuneración promedio de los trabajadores formales retrocedió un 3% en los primeros cinco meses del año) mientras que las elevadas tasas de interés desalentaron el financiamiento y el deterioro de expectativas volvió más cautelosos a los hogares al momento de tomar decisiones de gasto.

SIN CAMBIOS

Los pocos datos que comienzan a publicarse para el tercer trimestre no muestran un cambio significativo del cuadro económico. Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas reportaron una baja de 8,1% interanual el mes pasado.

Por otro lado, los elevados costos de financiación continúan limitando el crédito al consumo, que no crece (en términos reales) en ninguna de sus variantes (tarjetas, préstamos personales y prendarios).

En tanto, el sector automotor muestra señales dispares. El segmento de los usados, en línea con la dinámica general, cayó un 24,2% interanual en julio (16% acumulado) mientras que los patentamientos de vehículos 0 km crecieron 4,4% interanual (6%) de la mano de promociones y bonificaciones.

Por el lado positivo, la información disponible a la fecha (desaceleración en el ritmo de caída de varios indicadores) muestra que el consumo estaría “tocando fondo” entre julio y agosto, con lo cual el sendero hacia delante sería de recuperación.