Una multitud peregrinó en Chimpay por Ceferino Namuncurá

Bajo el lema “Vivamos la misericordia en la entrega de los demás”, miles de fieles participaron ayer de la peregrinación al santuario del beato denominado “indiecito santo”, Ceferino Namuncurá, en la 46 peregrinación a la localidad rionegrina de Chimpay.

El cura párroco Adrián destacó que “el movimiento de fe que genera Ceferino es una experiencia muy valiosa para toda la Patagonia. Gracias a este peñi (hermano en lengua mapuche), se convoca a gran parte de la fe cristiana que viven este día en paz con amor y alegría”.

Los creyentes provenientes de distintos puntos de Río Negro y del país, realizaron numerosas celebraciones religiosas como misas, encuentro de jóvenes, acciones solidarias y, como cada año, la multitudinaria peregrinación desde la Cruz del Quinto Centenario hasta el monumento ubicado en el Parque Ceferiniano.

Ceferino Namuncurá nació en Chimpay el 26 de agosto de 1886, hijo del cacique Manuel Namuncurá, y fue bautizado dos años más tarde por el misionero salesiano Domingo Milanesio. Tras pasar su infancia a orillas del río Negro, ingresó en 1897 en el colegio de San Fernando y luego fue aceptado en el colegio salesiano Pío IX, de Buenos Aires, donde afirmó su vocación religiosa.

En 1904 Ceferino, acompañado por monseñor Antonio Cagliero, partió a Italia donde fue recibido por el Papa Pío X y luego continuó sus estudios religiosos en Turín. Pero su salud no soportó el rigor del invierno italiano y a fines de abril fue llevado a Roma, donde falleció de tuberculosis.

Sus restos fueron repatriados en 1924 y alojados en la capilla de Fortín Mercedes, en Pedro Luro, al sur de la provincia de Buenos Aires, y en 1945 se inició una causa de beatificación, que fue considerada favorablemente por la Sagrada Congregación de Ritos.

Los pedidos para declarar santo a Ceferino se reiteraron por muchos años, y miles de personas creían y depositaban su fe en el “Lirio de la Patagonia”. Pero fue recién el 7 de julio de 2007 cuando el papa Benedicto XVI firmó el decreto para declararlo Beato, y el 11 de noviembre del mismo año el cardenal Tarciso Bertone llevó a cabo la ceremonia de beatificación ante la mirada de más de 100.000 personas.