Estudiantes festejó sus 111 años

Con la presencia de su presidente Juan Sebastián Verón y toda la Comisión Directiva, Estudiantes celebró sus 111 años de vida.

En la Sede social se realizó un breve y moderado festejo, que tuvo unas palabras del titular albirrojo, quien destacó el trabajo realizado por tantísima gente a lo largo de los años, vital para los logros que se consiguieron, a nivel deportivo e institucional.

La ceremonia tuvo, además, la presencia del intendente de La Plata Julio Garro, que en un breve discurso valoró el aporte social que realiza el Pincha y les dijo a los presentes que apoyará cada una de las medidas adoptadas, siempre que sean para el engrandecimiento de la Ciudad.

El brindis comenzó pasadas las 19:10 y se prolongó formalmente por espacio de media hora, más allá de que luego buena parte de los presentes se quedaron a degustar un lunch, compartir una copa y hablar de fútbol.

El lugar elegido fue el Salón Enrique Rapán, decorado con viejas camisetas e insignias del Club, aportadas por los integrantes del Museo Estudiantes de La Plata.

Fue un festejo sobrio y medido, que tendrá recién en el mes de diciembre su punto más alto, ya que el 7 de ese mes se realizará en el Pasaje Dardo Rocha una cena especial en la que se festejarán los 111 años y los 10 años de la conquista del Apertura 2006, cuando el equipo de Diego Simeone derrotó a Boca 2-1 y se quedó con el campeonato.

PERSONALIDADES QUE DIJERON PRESENTE

Además de la totalidad de la Comisión Directiva, inclusive de algunos dirigentes que llegaron en las últimas horas de sus vacaciones, estuvieron presentes en la Sede algunos ex presidentes como Eduardo Abadie, Edgardo Valente y Raúl Correbo.

También aceptaron la invitación un par de ex dirigentes como Luis Prates y Marcelo Sarrasqueta, de los pocos presentes en el salón de la planta baja de la sede de la calle 53.

Del plantel profesional estuvieron aquellos jugadores que viven en La Plata, como Israel Damonte, Lucas Diarte, Juan Cavallaro, Mauricio Rosales y el recientemente incorporado Ignacio Bailone, que de paso conoció el edificio central. Junto a ellos, el secretario técnico Agustín Alayes.

Pero también estuvieron algunas glorias: Cacho Malbernat, Bocha Flores y la Bruja Verón. Los tres héroes de Old Trafford se pasearon desde temprano y recibieron el mismo cariño de los presentes como hace 46 años cuando levantaban la copa más importante en la historia del Club.

También estuvieron presentes varios deportistas amateurs de la institución, justo en un momento crucial de la vida institucional, ya que la continuidad de algunos deportes en competencias rentadas están en duda por la situación económica.

TODO UN DIA DE CELEBRACION

Los festejos del Pincha habían comenzado en la madrugada del jueves. A las 12 de la noche, un bombardeo de fuegos artificiales sacudió el silencio de la noche platense.

Entre las 24 y las 0.10 el cielo se iluminó cual 31 de diciembre, generando un extraño clima teniendo en cuenta la altura del año.

Durante la jornada los saludos se trasladaron a las redes sociales. Jugadores nacidos en el Country como Joaquín Correa, Marcelo Carrusca, Carlos Auzqui, Gastón Gil Romero, Diego Mendoza, Israel Damonte y José Sosa dejaron sus mensajes en Twitter.

Pero también otros que quedaron marcados como Mauro Boselli y Rolando Schiavi felicitaron al Pincha por el aniversario de su fundación.

Como de costumbre y tal como se estila en este tipo de celebraciones, los clubes dejaron su mensaje a través de sus cuentas oficiales de Twitter. Se destacaron los de Gimnasia y uno sorprendente de Atlético Mineiro.

INCIDENTES EN 7 Y 50

Por la tarde un importante grupo de hinchas se reunió en la tradicional esquina platense de 7 y 50 para festejar el cumpleaños de su Club. El problema, cuando llegó la noche y por la falta de luz en el centro platense, se produjeron unos encontronazos que terminaron con dos comisarios internados en el sanatorio Ipensa con fuertes contusiones. Uno de ellos Diego Galarza, el titular de la Comisaría Primera de nuestra cuidad. Sin lugar a dudas, el dato más lamentable de una jornada que debió ser solo de celebración.