Juan Andrés Velazco
| 5 de Agosto de 2016 | 02:13

Profunda congoja causó el fallecimiento, a los 86 años, en Bernal, del padre Juan Andrés Velazco, de dilatada trayectoria como sacerdote de la orden salesiana.
Había nacido el 22 de febrero de 1930, en el pueblo Salvador María, partido de Lobos, provincia de Buenos Aires. Hombre generoso y humilde, de trato cordial y gestos amables, cumplió 68 años de vocación religiosa y 58 de sacerdote. Fue director de la congregación fundada por Don Bosco durante 31 años.
Alumno, en sus años jóvenes, del Colegio de Uribelarrea, se ordenó cura en Córdoba el 11 de agosto de 1957.
Su recorrido pastoral lo llevó a las casas salesianas de Bernal, Del Valle, Mar del Plata, Avellaneda y Santa Rosa. Con una larga aunque interrumpida actuación, dejó su huella de cura humilde y amigable también en La Plata, pues fue párroco del Sagrado Corazón en los períodos 1979-1984, 1991-1993 y 2007-2012. Acompañó, asimismo, en cada etapa desarrollada en la basílica de 9 y 58 la obra de la parroquia de La Merced, en Ensenada.
A lo largo de su vida, el padre Juan se desempeñó como docente, consejero, prefecto/ecónomo, rector de nivel Medio, párroco, vicario y director a nivel académico.
Como educador, fue maestro normal nacional, profesor de Historia, de Letras, de Filosofía y de Pedagogía; y licenciado y doctor en Filosofía. En 2003 recibió del CONSUDEC la distinción “Divino maestro”.
Las dos comunidades de la Región que lo conocieron, en La Plata y Ensenada, supieron de su calidez y su manera fraterna de acercarse a la gente. Nadie mejor que él para representar a la figura de su guía espiritual, Don Bosco.
Confesor de sacerdotes de la diócesis y voz autorizada para consejos y opiniones, el padre Velazco era dueño de una oratoria de contenido profundamente humano, tanto que sus palabras emocionaban a propios y extraños.
Sus restos serán velados, desde las 9, en la Basílica del Sagrado Corazón, donde el obispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer oficiará una misa de cuerpo presente a las 12. Luego, trasladarán sus restos al Cementerio Salesiano de Ceferino Namuncurá, en la avenida 44 y 166.
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