Matías Albarracín: herencia de gloria
| 5 de Agosto de 2016 | 00:21

En el Caledon Equestrian Park de Palgrave, a 50 kilómetros de Toronto, Matías Albarracín y su caballo Cannavaro hicieron, junto a Luis Birabén, Ramiro Quintana y José Larocca, historia: la plata cosechada en los Juegos Panamericanos de 2015 significó la primera medalla panamericana en la especialidad de saltos por equipo para Argentina en 52 años, desde que Carlos D’Elía, Jorge Amaya, Carlos Damn y Jorge Osácar lograran una presea del mismo color en San Pablo 1963.
Y la medalla venía con premio, porque le permitió a un equipo argentino clasificar a los Juegos Olímpicos de Río tras 12 años: un logro que para el jinete platense representa un honor: “Sé que soy un embajador de Argentina en la competencia y significa que debo dar todo e intentar hacer el mejor papel para el país. Además, tiene un significado personal, pues es el sueño de todo atleta participar en un Juego Olímpico. Entonces significa que puedo llevar al máximo mis deseos a nivel deportivo”, afirma.
Albarracín tuvo que esperar casi 12 meses desde aquella medalla para poder confirmar que cumpliría el sueño olímpico: durante los últimos meses viajó por Europa junto a cinco jinetes argentinos, entre los cuales el entrenador del equipo nacional, el brasileño Vitor Alves Teixeira, eligió a mediados de julio los cuatro que viajarían a Río y el reserva. Finalmente, el entrenador dejó a Birabén como reserva y sumó a Ramiro Quintana al equipo plateado para la competencia que comenzará el 14 de agosto, en el Centro Nacional Ecuestre de Deodor, Río de Janeiro.
Cumbre: “Es el sueño de todo atleta participar en un Juego Olímpico, significa que puedo llevar al máximo mis deseos deportivos”, dice Albarracín
Ya dentro de la elite de los 15 mejores países del mundo, la competencia será dura para Albarracín y el resto: “Sabemos que hay países que son superiores a nosotros, porque tienen mayor recambio de caballos, pero en nuestro caso vamos a dar lo mejor de cada uno. Tuvimos una muy buena experiencia en Toronto, aunque en Río será todo más exigente. Además, adentro de una cancha todos tenemos que saltar los mismos obstáculos”, afirmó el jinete, que agregó que el objetivo es “ganar el respeto de los demás competidores” y calificó de “batacazo” “clasificar entre los ocho equipos que llegarán al tercer día de competencia”.
Acompañará en su aventura olímpica a Albarracín su padre, Justo, ilustre nombre del deporte que llevó a Matías a montar a caballo. Albarracín padre participó en dos Juegos Olímpicos y cuatro Panamericanos.
La equitación y la gloria del apellido Albarracín corre por las venas de Matías luego de que Justo, ganador del prestigioso Konex de platino en 2000 por su trayectoria en el deporte, le pasara la posta tras los Panamericanos de 2003, su última participación continental.
Su hijo, que al igual que su hermano Alvaro se contagió del amor de su padre por los caballos y siguió sus pasos en la equitación, compitió en los Panamericanos de Río 2007 (fue 12º en la prueba individual y quedó 5º con el equipo) y Guadalajara 2011 (16º en individual y 6º por equipos): en ambos casos logró plaza olímpica, pero no pudo acceder, finalmente, a los juegos.
Sus terceros Juegos Panamericanos, por tanto, significaron para Matías no sólo una medalla que su padre, leyenda del deporte, no pudo conseguir, sino además la posibilidad de acceder al sueño olímpico que, de tanto postergarse, parecía inalcanzable.
Edad: 36 años
Disciplina: equitación - saltos
Cuándo compite: Albarracín competirá junto con el resto del equipo argentino por la clasificación a la final el domingo 14, a las 10. La final por equipos se disputará dos días después, el martes 16, también a las 10, mientras que las dos rondas de la final individual tendrán lugar el 19 de agosto, a las 10 y a las 13
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