Victoria Travascio: dejar todo por un sueño
| 5 de Agosto de 2016 | 00:27

Un sueño obsesionaba a Victoria Travascio: navegante desde los seis años, quería competir en los Juegos Olímpicos. Pero la platense tripulaba un 29er, una clase que no es olímpica, y las obligaciones del día a día comenzaban a imponerse cuando Vicky decidió dejar todo por un sueño: subiría junto a su amiga de similar obsesión, la tigrense Sol Branz, a un 49erFX, un bote que acaba de acceder a estatus olímpico, que es “la evolución” del 29er, según la propia Travascio, y del cual había muy poco conocimiento en Argentina, en busca de la plaza olímpica.
Travascio y Branz tenían un año por delante en la facultad, pero ambas coincidieron en que era ahora o nunca y decidieron poner en pausa la vida por cuatro años. Los inicios fueron notablemente sacrificados: Travascio se enteró de que llegaba un bote y lo señó, utilizando ahorros y la ayuda de su familia.
Arrojo puro: desde el Enard no los conmovió el gesto y recibieron su pedido de apoyo con escepticismo. “Ustedes nunca van a llegar a nada porque no tenemos conocimiento de ese barco en la Argentina ¿Cómo van a aprender?”, les dijeron.
Así, el inicio fue puro obstáculo, un momento donde “dejamos un montón de cosas de lado, hasta nuestra femineidad” (subieron 10 kilos, necesario en la clase para contrarrestar la inclinación del barco), sin garantías de ninguna índole.
Y en medio del trajín, la dupla buscaba auspiciantes para su sueño, otro obstáculo porque, como afirmaba resignada por aquellos días la platense, “es un deporte poco mediático, que la gente no entiende mucho, no sabe qué categorías hay… no es interesante para alguien que no sigue el deporte”.
Abierta: “En Río de Janeiro, las canchas son extremadamente difíciles. Todo indica que será una competencia abierta”
“Cuando arrancamos a hacer campaña olímpica buscamos sponsor, y lo único que conseguimos fueron unos pasajes gratis: eso fue el impulso para ir al primer Mundial. Tuvimos un poco de suerte, nos fue bien en ese campeonato y ahí el Enard nos empezó a apoyar”, recuerda Travascio.
Finalmente, tanto compromiso de la dupla aflojó al Enard: y en buena hora, porque con el apoyo del ente Travascio y Branz vencieron a las campeonas del mundo, las brasileñas Martinne Sofiatti Grael y Kahena Kunze, y, a bordo de “Milanga”, bautizado en las redes sociales, se colgaron la medalla dorada en los Juegos Panamericanos.
Premio al esfuerzo, el oro panamericano fue el impulso para la confianza de la dupla, que ganaría a fin de año la soñada plaza olímpica y el Olimpia de Plata, y que este año, en la previa de los Juegos Olímpicos, se quedó con un destacado cuarto puesto en el Campeonato Europeo, donde compitió la elite, y con el título sudamericano en la misma Bahía de Guanabara donde tendrán lugar las competencias de Río.
El sueño olímpico ya está cumplido, pero ahora irán por más. Llegarán a los Juegos muy aclimatadas a las aguas de Copacabana, aunque, avisan que en un deporte donde tiene tanta preponderancia la concentración, no tienen que desesperarse por perseguir una medalla.
“Después de los Panamericanos nuestra vara quedó muy alta para la gente, pero no hay competencias iguales. Sobre todo ésta de Río de Janeiro, donde las canchas son extremadamente difíciles, con corrientes cambiantes, y los vientos son muy variables. Todo indica que será una competencia abierta”, le dijo Vicky a este medio, instalada en Río. Aunque, agregó, “claro que nos ilusionamos”.
Edad: 28 años
Disciplina: Vela
Clase: 49erFX
Competencia: La prueba del 49erFX comenzará el 12 de agosto: cada día se correrán hasta tres regatas, para un total posible de 12 que terminará el 16 de agosto. Entonces, se sumarán los puntos, se descartarán la mejor y la peor posición de cada embarcación y las mejores competirán en la Medal Race, el 18 de agosto
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