Piroyansky, más que un chico gracioso

Con una gestualidad típicamente graciosa, y encasillado desde hace años en proyectos televisivos y cinematográficos que lo colocan como el tipo personaje bufonesco, el actor y director Martín Piroyansky celebra la oportunidad de salir de ese lugar cómodo con “Permitidos”, la comedia romántica de Ariel Winograd que acaba de estrenar en las salas locales en la que le da vida a un “chico normal”, que aprovecha una oportunidad caída del cielo, dejando las risas a las situaciones hilarantes que atraviesa y no a su papel en sí.

“En esta película empecé a entender que los protagonistas son personajes más vacíos y tienen mucho por aprender”, dijo Piroyansky, y aclaró: “Antes hacía personajes bufones, que generaban la gracia por sí solos. Pero en este caso Mateo es un pibe normal, con defectos muy a flor de piel. No es un bufón que provoque risa por sí mismo, porque la risa es generada por las situaciones absurdas que le toca atravesar”.

“Este es el personaje menos tonto de todos los que hice”, aseguró el actor, que ya había trabajado junto a Winograd en “Sin hijos”, “Vino para robar”, “Mi primera boda” y “Cara de queso”, en las que encarnó personajes secundarios muy graciosos, pero construidos desde la superficie, desde la explotación de rasgos exteriores, en lugar de buscar los motivos interiores que los convertían en cómicos.

La comedia es una herramienta que le da una segunda mirada a cualquier película, porque además de contar te hace reír. La risa es algo muy vinculado con la inteligencia”

En una reciente entrevista, Piroyansky sostuvo que, en este caso, con Winograd hicieron “un trabajo muy fuerte antes de la película. Fue un ida y vuelta. Pensamos en gente que conocemos para ir llegando al personaje. El look fue lo que primero pensamos y lo que más discutimos. Pensamos mucho desde afuera para adentro, para saber cuán malo es, por qué hace las cosas que hace y qué cosas debe aprender”.

Director del cortometraje “No me ama” y de los largos “Abril en Nueva York” y “Vóley”, Piroyansky opinó que actualmente “la comedia está en pleno auge. Yo disfruto mucho ver cualquier tipo de película. Pero la comedia es mucho más fácil y accesible, porque siempre está pensada para todos. Sin embargo, a mi me gusta que las películas toquen una fibra, hablen de un tema y si te pueden emocionar, mejor aún”.

“La comedia es una herramienta que le da una segunda mirada a cualquier película, porque además de contar te hace reír. La risa es algo muy vinculado con la inteligencia. Es algo hermoso de trabajar cómo descular un chiste y hacer que funcione. El trabajo de reflexión es darle vueltas y vueltas a una cosa hasta agotar sus posibilidades. Aunque no parezca, hay mucha vagancia en la actuación y para mi la clave es trabajar mucho”, destacó.

Si bien es claramente un especialista en la comedia, Piroyansky sostuvo que “uno tiene una tendencia natural y hay que explotarla, a mi me interesa explorar otros géneros e influencias. Creo que todos los géneros son difíciles, pero me interesa trabajarlos. Me gusta filmar cualquier cosa, disfruto mucho del hecho cinematográfico. Pero es cierto que la comedia es donde me siento más cómodo y pleno”.

En “Permitidos”, Piroyansky encarna a Mateo, un joven publicista que se acaba de mudar con su novia Camila (Espósito) y una noche, entre bromas, en una cena con amigos, le confiesa que su “permitido” (o la mujer imposible con la que fantasea pero sabe que nunca podrá conocer) es una modelo y actriz muy popular, sexy y frívola llamada Zoe (Liz Solari).

La broma les saldrá demasiado cara, ya que la fantasía imposible de Mateo se convierte en realidad una mañana, cuando por casualidad queda envuelto en el robo de una cartera, detiene por accidente al ladrón y le cae simpático a la víctima, que no es otra que la sensual actriz con la que soñó toda su vida sabiendo que sería imposible conocerla, relacionarse y, mucho menos, poder tener sexo con ella.

A partir de ese encuentro fortuito, que les cambiará la vida, Camila y Mateo se separan y quedan envueltos en un gigantesco malentendido que se irá haciendo cada vez más grande y confuso para todos, a causa de la debilidad de Mateo, quien obnubilado por la belleza y la fama de Zoe hace todo lo posible para seguir con ella.

“El personaje de Lali es exageradamente correcto y el mío no tiene ningún problema en serle infiel y robarle el proyecto a un amigo, por ejemplo. Cuando filmé ‘Vóley’ descubrí que aunque el protagonista sea un ladrón, el público querrá que se robe la guita. De entrada uno se identifica con el protagonista. Por eso está bueno que lo quieras y entiendas aunque caiga en la tentación de hacer las cosas mal”, opinó.