Una nena con leucemia, “rehén” del barrial de una calle de Los Hornos

Parada en el único lugar firme que tiene la calle, Antonina Melgarejo reclamó ayer que de una vez por todas arreglen la 57 porque tiene a su hija enferma y como la ambulancia no puede entrar hasta su casa, tiene que caminar con la niña en brazos unos 100 metros. “Haga frío, llueva o truene dos veces por semana vamos al Hospital de Niños para que la nena se haga quimioterapia y la ambulancia no puede llegar a casa por el estado de esta calle”, dijo la mujer.

Si bien el reclamo lleva varios años, en este momento el problema de la calle intransitable afecta el traslado de Julieta - 5 -, a quien desde hace un mes se le diagnosticó leucemia linfoblástica aguda, un tipo de cáncer de la sangre por el cual debe completar un riguroso tratamiento.

Mientras está en su casa, la nena permanece aislada, pero cuando necesita ir al hospital, lo adecuado sería que la ambulancia que la va a buscar para trasladarla llegara a la puerta de su domicilio. Sin embargo, el constante barrial y las profundas huellas que se formaron en la calle, son como una barrera infranqueable para cualquier vehículo.

“Cuando viene la ambulancia, la tengo que llevar a upa hasta la calle 153 que está pavimentada, entonces la cubro con mantas y me cuido de tomarla con mucha suavidad porque por su problema, puede quedar marcada, además le duele si uno la sostiene con fuerza”, contó Antonina.

De acuerdo a lo que se informó en la zona, en el marco del Presupuesto Participativo de 2014 se ganó el proyecto para pavimentar la calle porque solo quedaba de tierra el tramo de la 57 comprendido entre 153 y 155. La obra todavía se está esperando.

La vecina señaló que en varias oportunidades presentó reclamos en la delegación de Los Hornos, incluso ayer un camión de la Comuna tiró tierra en el lugar para nivelar la calle, con malos resultados porque seguía tan intransitable como los días anteriores.

“La enfermedad de la nena hace que no podamos postergar la visita al médico o perder turnos porque la calle nos deja aislados, esto también es un problema para mis vecinos”, agregó Antonina.

Para graficar los contratiempos que enfrenta la gente de la cuadra, Antonina señaló que los días de lluvia es usual que las familias con chicos pequeños los saquen de sus hogares en brazos para evitar que se embarren, pero cuando crecen no pueden evitar que salgan solos y terminen en el suelo después de alguna patinada.

“Mi otro hijo tiene 11 años y para ir a la escuela tiene que ir viendo muy bien por dónde camina, la otra vuelta se cayó, se embarró todo y tuvo que volver a cambiarse”, aseguró la mujer.

La mayor preocupación de la madre es que Julieta pueda completar satisfactoriamente su tratamiento en el Hospital de Niños y luego que termine el jardín de manera domiciliaria para evitar el contagio de cualquier enfermedad.

“Hace 7 años que vivimos en esta zona, al lado del puente y nunca se hizo nada, ni siquiera pusieron luminarias y mucho menos arreglaron la calle, tampoco pasa el recolector de basura; lo que pedimos con mi familia es que hagan un mejorado para que Julieta pueda seguir yendo al médico y también para que ninguno de mis vecinos quede aislado en el barro”, concluyó Antonina.

Entre amigos, conocidos y miembros de la comunidad educativa de Julieta se han gestado distintas acciones solidarias para acompañar el reclamo, que también ha tenido repercusión en las redes sociales.

PROMETEN ARREGLOS

Consultado por EL DIA sobre la situación, el delegado municipal, Andrés Ferreyra, aseguró que “apenas nos informaron lo que pasaba, nos acercamos a hablar con la familia para comprometernos en buscar una solución urgente”.

“Luego de dialogar con la madre, trasladamos las máquinas para realizar hoy mismo (por ayer) el alisado de la calle. Asimismo, durante el sábado comenzaremos con los trabajos de mejorado para que a más tardar el lunes, cuenten con la calle en las condiciones necesarias para garantizar el ingreso”, detalló Ferreyra.