Violencia y escándalo en una fiesta privada: hay dos policías heridos

Los policías que fueron ayer a 32 y 137 por una serie de disturbios en una fiesta privada, no pudieron sospechar que aquel operativo de rutina iba a derivar en incidentes con dos policías lastimados, móviles rotos y 117 personas identificadas en el marco de una causa que está en pleno proceso de investigación.

Es que en el lugar había armas, entre otras cosas, y se cree que la fiesta no era para agasajar a un adolescente que cumplía 17 años, como argumentaron algunos, sino un evento que convocó a los asistentes por las redes sociales y al que se accedía tras el pago de una entrada, informaron fuentes policiales y judiciales.

El lugar donde sucedió todo es una casaquinta con la fachada resguardada por ligustros, y su parte delantera transformada en una suerte de galpón “grande y sucio”, según lo describió un jefe policial. Ahí coincidieron alrededor de 150 jóvenes, muchos de ellos menores de entre 13 y 17 años, de distintos barrios de La Plata, Berisso y Ensenada. Esto refuerza la sospecha de que “no era un reunión familiar o de amigos que se agrandó de golpe”, deslizó un pesquisa.

A las 3.30 de la mañana el 911 comenzó a recibir varias denuncias de vecinos que se quejaban por los ruidos y disturbios de la fiesta, que incluían corridas por la calle, gritos y piedrazos contra los autos estacionados y hasta los surtidores de la estación de servicio Esso situada a pocos metros. Los dos policías del primer móvil del Comando de Patrullas que llegó al lugar advirtieron que necesitaban refuerzos, pero mientras los pedían quedaron envueltos en el caos.

“Les tiraron objetos contundentes, como botellas, piedras y palos”, comentó un jefe policial, confirmando que el ataque provocó la rotura del vidrio delantero derecho del móvil 29293 y heridas al sargento Javier Peralta, quien recibió un golpe en el pómulo derecho y esquirlas de vidrios en el ojo.

En medio de los encontronazos, a golpes y patadas, un oficial identificado como Emiliano De Rose recibió un puntazo en la espalda y otro corte en su brazo derecho, por los que recibió sutura y estuvo internado algunas horas, hasta que recibió el alta.

Según el reporte oficial, “con municiones de goma pudieron contener y demorar a 43 mujeres y 74 hombres de distintas edades”, en un operativo que demandó la presencia de unos 13 patrulleros del Comando, a cargo de Ricardo Astopini; personal del Distrito Oeste, encabezado por Ignacio Rosales y de la subcomisaría La Unión, cuyo responsable Gastón Aizcorbe también estuvo en el lugar.

La situación pudo ser controlada recién al filo de las 4.40, pero, antes de eso, los policías escucharon “detonaciones dentro de la casa”. No hubo heridos, pese que al requisar las instalaciones secuestraron un revólver marca Tanque calibre 32 largo, con una vaina servida y una munición percutada, un arma tipo tumbera 9 milímetros (no apta para disparos) y dos cuchillas, además de dinero y cuatro motos cuyo origen se investiga.

la version del encargado

El fiscal Fernando Cartasegna ordenó que todos los que estaban en la fiesta fueran identificados, por lo menos hasta aclarar quiénes protagonizaron los disturbios y lesionaron a los policías. El primero al que notificaron de la formación de una causa fue a Gustavo Correa, un hombre de 44 años que está al cuidado de la propiedad y vive en los fondos desde que murió la dueña de la casaquinta, según contaron los vecinos.

Este hombre dijo que cedió la parte delantera de la quinta para que el menor de 17 años festejara su cumpleaños, de favor o en alquiler, según quien cuente la versión.

Con respecto a los jóvenes demorados, 27 mujeres y 24 varones tienen entre 13 y 17 años, y -al igual que los mayores- fueron llevados a la comisaría Tercera de Los Hornos en un micro de la línea 506. A pedido de la fiscal del fuero de responsabilidad penal juvenil, Silvina Pérez, los menores fueron entregados a sus padres después de que los notificaron de la formación de la causa que se inició por “atentado y resistencia a la autoridad, lesiones y daño calificado”. Anoche, varios de los demorados continuaban en la seccional.

Un par de móviles del Comando terminaron con sus carrocerías abolladas y un vidrio de la Subcomisaría La Unión, roto, por un grupo que fue a rescatar a dos menores que había sido trasladados allí tras los incidentes.

Los dos policías heridos fueron asistidos en el hospital Italiano y están fuera de peligro.

El fiscal dispuso algunas medidas de prueba para aclarar este episodio, como el secuestro de las cámaras de Monitoreo Urbano y privadas, a fin de identificar a los agresores y testimoniales para establecer por qué empezó la pelea (algunos refieren que por una disputa entre barrios y otros por el deseo de un grupo de 40 personas de irrumpir en la fiesta). También quiere saber si el evento se promocionó a través de Facebook y se cobraba una entrada, ante la posibilidad de que se trate de otra fiesta clandestina.