Fiesta del escándalo: citaron a declarar al encargado de la casa

La fiesta del escándalo en nuestra ciudad, que en la madrugada del sábado pasado dejó dos policías heridos y, más de una centena de detenidos, sigue provocando una gran polémica. Por eso el fiscal que investiga el caso, Fernando Cartasegna, citó para hoy al encargado de la vivienda, donde una celebración de cumpleaños terminó en un inusitado episodio de violencia urbana.

Puntualmente, de acuerdo a fuentes ligadas a la causa, la Justicia quiere determinar si esa persona, que fue identificada por la Policía como Gustavo Correa (44), tiene alguna relación de parentesco con el joven que organizó el encuentro o, si medió algún tipo de acuerdo contractual, lo que complicaría su situación y hasta lo dejaría expuesto a eventuales sanciones judiciales y/o administrativas.

Los mismos voceros aclararon que además le pedirán que acredite la titularidad dominial de la finca, situada en las calles 32 y 137, al numeral 2079, de la que, como se dijo, no se presentó en el rol de propietario, sino como simple cuidador.

Según una versión, Correa estaría a cargo de ese predio del barrio San Carlos desde que falleció su dueña.

Por estas horas, la sospecha que circulaba en tribunales es que pudo tratarse de un evento clandestino, de masiva concurrencia a partir de la interacción en las redes sociales y para el que se habrían vendido entradas.

También se presume que pudo existir expendio de alcohol y otras irregularidades.

La audiencia, trascendió, está prevista para media mañana y podría ser el puntapié inicial de una larga lista de declaraciones.

Sobre este incidente, el propio intendente de La Plata, Julio Garro, le dijo a EL DIA que “el municipio no tiene ninguna ingerencia” en el control de la fiesta, ya que “se trató de algo privado, en una casa particular”, que se magnificó por las invitaciones cursadas, por ejemplo, a través de distintas cuentas de Facebook.

“La Policía intervino recién cuando se observaron los desmanes desde las cámaras de monitoreo”, agregó el jefe comunal.

De todas formas, se supo que en al Concejo Deliberante platense entrará un pedido de informes para que las autoridades del Ejecutivo den cuentas de lo sucedido.

FUERA DE CONTROL

Como publicó este diario, el lugar donde sucedió todo es una casaquinta con la fachada resguardada por ligustros, y su parte delantera transformada en una suerte de galpón “grande y sucio”, según lo describió un jefe policial. Ahí coincidieron alrededor de 150 jóvenes, muchos de ellos menores de entre 13 y 17 años, de distintos barrios de La Plata, Berisso y Ensenada. Esto refuerza la sospecha de que “no era un reunión familiar o de amigos que se agrandó de golpe”, deslizó un pesquisa.

A las 3.30 de la mañana el 911 comenzó a recibir varias denuncias de vecinos que se quejaban por los ruidos y disturbios de la fiesta, que incluían corridas por la calle, gritos y piedrazos contra los autos estacionados y hasta los surtidores de la estación de servicio Esso situada a pocos metros. Los dos policías del primer móvil del Comando de Patrullas que llegó al lugar advirtieron que necesitaban refuerzos, pero mientras los pedían quedaron envueltos en el caos.

“Les tiraron objetos contundentes, como botellas, piedras y palos”, comentó un jefe policial, confirmando que el ataque provocó la rotura del vidrio delantero derecho del móvil 29293 y heridas al sargento Javier Peralta, quien recibió un golpe en el pómulo derecho y esquirlas de vidrios en el ojo.

En medio de los encontronazos, a golpes y patadas, un oficial identificado como Emiliano De Rose recibió un puntazo en la espalda y otro corte en su brazo derecho, por los que recibió sutura y estuvo internado algunas horas, hasta que recibió el alta.

Según el reporte oficial, “con municiones de goma pudieron contener y demorar a 43 mujeres y 74 hombres de distintas edades”, en un operativo que demandó la presencia de unos 13 patrulleros.