Intentó defender a unos chicos de un robo y lo mataron de un tiro en el barrio Malvinas

Era un cumpleaños que se convirtió en una fiesta de vecinos, con comida y algo para tomar, que había arrancado varias horas antes. Todo ese buen clima se interrumpió en un segundo, cuando se escucharon desde la calle los gritos de unos chicos que pedían ayuda, porque les estaban por robar a punta de pistola. Orlando Casimiro (57) no lo dudó y se asomó. Cuando vio a los motochorros intentó ahuyentarlos y por un momento lo logró, porque recularon. Pero de repente uno giró, le apuntó con el arma y disparó varios tiros. Una de esas balas resultó letal para el vecino.

En 35 entre 147 y 148, en el barrio Malvinas, la inseguridad parece ser algo habitual, según denunciaron allí. Por eso a nadie le sorprendió que alguien suplicara auxilio en la mitad de la noche, cuando eran alrededor de las 23.30 del domingo.

Orlando, un zinguero peruano que estaba radicado en el país hace 24 años, pretendió interrumpir el asalto callejero. Las víctimas eran cuatro e iban caminando. Los delincuentes, dos en moto. Ninguno de los peatones pudo animarse a resistirse cuando vieron las pistolas a pesar de la oscuridad que dominaba la esquina de 148.

La buena intención de Casimiro era más que las nulas herramientas a su alcance. El vecino sólo pudo asomarse a la vereda, detectar la situación y gritarles a los asaltantes. Detrás de él, otras personas que estaban en la fiesta también salieron a la calle.

En un primer momento su objetivo se cumplió. Los ladrones no pudieron robar nada, se subieron a la moto enduro negra que tenían y se alejaron unos pocos metros.

“Cuando vieron que iba saliendo cada vez más gente de la casa se creyeron que los podían agarrar, porque se les iban al humo. Y por eso empezaron a los tiros, para cualquier lado. Dispararon como cinco veces”, aseguró Javier (25), uno de los hijos de la víctima.

Los balazos dieron en distintos lugares. Algunos fueron a la tierra de la calle 35 y otro se hundió en un auto estacionado, pero hubo uno que pegó de lleno en el pecho de Orlando.

La Policía de la zona fue alertada de inmediato vía 911. Los agentes cumplieron con el protocolo de pedir una ambulancia al 107, pero les anticiparon “una demora de tres horas”, según Javier.

Entonces, a los oficiales no les quedó otra que cargarlo en el patrullero y llevarlo lo más rápido posible al hospital de Romero.

La víctima dio pelea por varias horas. El tiro le había afectado la arteria aorta, lo que le generó una hemorragia que para los médicos terminó por ser incontrolable. Al cabo de un paro cardíaco y una cirugía, Casimiro falleció cerca de las 15 de ayer.

La causa que se inició por este episodio no tiene detenidos (ver aparte) y pasó de estar caratulado “lesiones graves” a “homicidio”. La fiscalía penal de turno trabaja para avanzar en la investigación, al igual que otras dependencias como la DDI.

un barrio en jaque

Lo salvaje de este caso dejó en evidencia una problemática que afecta a muchos vecinos de ese barrio. Sin ir más lejos, a la propia nuera de Casimiro intentaron robarle unas horas antes a muy pocas cuadras. “Iba a un negocio y atrás aparecieron en una moto, muy despacio. Se salvó porque ella entró por un costado y se dio cuenta de lo que estaba por pasar”, sostuvo Javier sobre la situación que atravesó su pareja.

La casa de Orlando también había sido el escenario de un intento de robo ocurrido tiempo atrás, que no prosperó porque, otra vez, él y otros familiares se asomaron para mostrarles a los asaltantes que los superaban en número.

“Esto pasa casi siempre, los robos con arma son muy comunes. Muchos preferimos que las calles estén poceadas para que los ladrones no se puedan escapar rápido después de un asalto. La verdad es que la gente del barrio no puede entender que hayan matado a un tipazo como mi viejo”, se lamentó Javier.