Un nuevo perfil céntrico, más amplio, equipado y con prioridad peatonal
| 11 de Septiembre de 2016 | 02:31

Revalorizar, a partir de una reorganización espacial de ese sector emblemático de la Ciudad, el eje fundacional platense, propone la arquitecta Corina García Suárez, que se sumó con la sugerencia a la “Usina de Ideas para la Región Capital”, la iniciativa lanzada por el EL DIA y Radio Sofía que invita a los vecinos a que aporten proyectos que sirvan para el desarrollo y jerarquización de La Plata.
Lo que propone, concretamente, la profesional, es llevar adelante una reestructuración tal del eje administrativo de la Ciudad (circunscripto al largo rectángulo que conforman las avenidas 1 y 19 y los bulevares 51 y 53) que permita ir “del carácter monumental a la escala humana”.
“En la concepción misma de la Ciudad - explica García Suárez -, la implantación de los edificios institucionales a lo largo del eje monumental, está cargado de simbolismo pero lleva a una actitud contemplativa y la conexión entre ellos se ha traducido en una linealidad conectada por el tránsito vehicular en un sistema que casi anula al peatón. Esto resulta incoherente en una ciudad con un sistema de parques, plazas y arbolado público rigurosamente ubicados, pensando que los mismos finalmente funcionen hoy como rotondas de tránsito. El problema no es entonces la falta de espacio público sino por qué la comunidad no se apropia de ellos”.
Para transformar el sentido espacial que con los años ha adquirido la línea urbanística que atraviesa, por caso, la Catedral, plaza Moreno, el Palacio Municipal, el Teatro Argentino, la Legislatura, plaza San Martín y la Casa de Gobierno, la arquitecta propone un plan que incluye, como primera medida, la ampliación de esa zona, y que el sector a reorganizar abarque de 1 a 20 y de 49 a 54. Luego, habría que reequipar el eje, darle un mayor valor al uso peatonal y refuncionalizar dos sectores degradados, como el del ex Mercado y la manzana comprendida por las calles 20, 21, 49 y 50.
Un eje fundacional ampliado
Según indicó la arquitecta, “se puede pensar en trabajar sobre un eje fundacional ampliado, que abarcaría de calle 1 a 20 y de 49 a 54, identificando sus partes y estructurando el conjunto para que ello pueda ser percibido y aprehendido como imagen colectiva, con la intensión de que la identidad del lugar empiece a formar parte de nosotros”.
El plan contempla la realización de un relevamiento del estado de situación de veredas; mobiliario urbano (bancos, cestos de basura, luminarias, semáforos, rampas y cintas peatonales); arbolado y paisajismo; y monumentos y esculturas de plazas, plazoletas, avenidas y ramblas. “Luego, con criterios modernos - aclaró García Suárez - habría que seleccionar los elementos a sustituir y / o incorporar, confiriendo al sector identidad propia, mediante estrategias de repetición y la incorporación de mobiliario de la calle, que incluye módulos para puestos de venta callejera, asientos, refugios para pasajeros, bebederos, carteleras, papeleros, buzones, columnas de luz, etc.”.
También propuso revalorizar espacios degradados, como el viejo mercado, Plaza Italia y la manzana 20; 21; 49 y 50
En este punto, el objetivo principal de la iniciativa, subrayó la profesional, “es enriquecer la espacialidad de los bulevares de las calles 51 y 53, jerarquizando la actividad peatonal por sobre la vehicular existente”. Ese cambio, remarcó, “requiere revisar el uso de los sectores destinados a las actividades relacionadas con la vida en la calle, propiciando la ubicación de algún puesto de venta, la expansión de bares o el desarrollo de actividades culturales, en el marco de una reglamentación ordenadora”. Para llevar adelante esa idea se deberá, añadió, “reducir el ingreso de vehículos en la zona, para lo cual se establecerán áreas capaces de atemperar el caótico tránsito vehicular y que, simultáneamente, sean capaces de funcionar como centros de transferencia de transporte público”.
Esas áreas, concluyó García Suárez, “pueden ser el viejo mercado, Plaza Italia y la manzana 20; 21; 49 y 50”.
El aporte de los expertos
Cada propuesta se acompaña, se sabe, con la opinión de especialistas. En este caso, consideraron la idea de la arquitecta tres colegas suyos: Fernando Tauber, Luis Díaz y Daniel Martínez, quienes, a su vez, además de evaluar la iniciativa suman su aporte.
Tauber señaló que el tema abordado por García Suárez “un capítulo imprescindible de debatir” por el “valor de los centros urbanos para el desarrollo de las ciudades”.
El arquitecto y vicepresidente de la UNLP planteó: “La Plata tiene esa extraña conformación en la que el eje institucional es perpendicular a sus centros comerciales de calle 8 y 12. A pesar de intervenciones no tan lejanas como el ensanche del acceso al Pasaje Dardo Rocha sobre calle 50 o de la avenida 51 entre 7 y 10, nuestro reconocido eje fundacional no es apropiado por nuestra comunidad como espacio vital de uso colectivo”.
Asimismo, Tauber indicó que “imaginar el Centro es interpretarlo en sus lógicas actuales y futuras de uso, en sus oportunidades de progreso y en sus expectativas de desarrollo y desde ahí concebirlo en sus equipamientos, en su sistema de transporte, en la resignificación de sus espacios vacantes como los propuestos por la autora para la manzana del viejo mercado o donde se alojan las dependencias municipales frente a la plaza Islas Malvinas”.
Por su parte, Martínez precisó que “la autora de esta idea centra su propuesta a partir de conceptos absolutamente válidos que hacen a la adaptabilidad del diseño fundacional de nuestra ciudad”. En ese sentido, el arquitecto destacó del proyecto presentado su “crecimiento orgánico y la posibilidad del cambio en un marco de necesaria flexibilidad”.
Martínez resaltó la línea de pensamiento de García Suárez, y coincidió con la arquitecta en el diagnóstico sobre un eje cívico, dijo el profesional, “sin intervenciones relevantes, una insuficiente implementación de proyectos puntuales de equipamiento urbano y, en las últimas décadas, carente de políticas claras y ambiciosas, estructurantes para el tratamiento de los espacios sociales”.
Finalmente, Díaz indicó que cualquier cambio de refuncionalidad “no seria válido si no se acompaña con ideas y conceptos que sitúen el valor del espacio público en función de otras estructuras de mayor complejidad y escala, como en nuestro caso el eje fundacional y su relación con el casco urbano, contemplando la asistematicidad de la ciudad moderna y a su vez la necesidad de un plan”.
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