Por la madrugada, entran a robar en una inmobiliaria de 519 y 208

Un robo cometido por intrusos en plena madrugada volvió a despertar el alerta entre los vecinos. Si bien esta modalidad es usual en Abasto, todavía están frescos en la memoria otros casos anteriores, ocurridos a principios de año y por demás violentos.

Lo que pasó en 519 y 208 no fue visto ni oído en el momento por ningún vecino. De ahí que no se sepa cómo llegaron ni cuántos eran los delincuentes que se decidieron a entrar en una inmobiliaria que hay en ese cruce.

Quedó en evidencia que los ladrones tenían planificado cómo actuar. Primero llegaron hasta un patio trasero y desde ahí forzaron hasta romper la reja que protegía una ventana, según lo que se pudo reconstruir de fuentes del caso.

Una vez completada esa maniobra, entraron al local y se dispusieron a revisarlo por completo. Aparentemente alcanzaron a llevarse algunos elementos de valor que no fueron precisados por los voceros del tema.

Con el mismo sigilo con el que llegaron y robaron, los delincuentes se fueron, de nuevo sin ser detectados por nadie. Al parecer habría funcionando cámaras de seguridad de monitoreo urbano emplazadas sobre la avenida 520. ¿Servirán para identificarlos y seguirles el rastro? Los investigadores confían en que sí.

Todo fue descubierto cuando ya era de día y los encargados de la inmobiliaria llegaron para empezar la jornada. Un detective se permitió dudar que haya sucedido ayer, porque “también es probable que haya sido el fin de semana”.

La Policía Local fue la primera fuerza en llegar a atender la emergencia. Los delincuentes ya no estaban y sólo quedó el rastro de lo que rompieron.

Ayer a la tarde en el local reconocieron el robo pero se excusaron de dar información al respecto. Algunos vecinos y comerciantes de la zona comentaron lo que sabían y expresaron su preocupación.

“un pueblo tranquilo”

El malestar que se generó por este caso no tiene comparación con lo que sucedió en febrero, cuando decenas de vecinos salieron a manifestarse a la 520 para reclamar mayor seguridad.

En aquel momento, lo hicieron a partir del asalto violento que le tocó sufrir a Abel Lasta, considerado el fundador de la localidad. Con otro caso cercano que se frustró a la mitad, mucha gente salió a la calle para exigir prevención.

“En general este es un pueblo tranquilo, que suele tener muchos controles de la Policía sobre todo por los institutos de menores que hay”, evaluó ayer un vecino, que de todas maneras señaló que la situación en Abasto “últimamente está complicada”.

El mismo diagnóstico habían hecho a comienzos de año, cuando los “escruches” y otros robos menores no sorprendían a nadie. “Hay que prevenir antes de que todo empeore”, opinaron ayer y también en febrero.