Cortaron la 44 para pedir justicia por un crimen

A cinco días del asesinato de Pablo Nievas (30), baleado en un intento de robo delante de su hijo de 12 años, sus amigos del barrio salieron a la calle a reclamar justicia por el episodio.

La protesta comenzó pasadas las 16.30 en 44 y 143. Las dos manos de ambas avenidas fueron cortadas por los aproximadamente 25 jóvenes que se juntaron allí.

Además de bombos y gomas quemadas, había banderas pidiendo por el esclarecimiento inmediato del hecho. “Justicia y seguridad” podía leerse en algunas de ellas.

“Somos todos amigos del barrio, que nos criamos juntos, y Pablo era uno más de nosotros. Ahora estamos todos con miedo cada vez que salimos a la calle”, expresó Juan, uno de los presentes en la marcha.

a sangre fria

Su declaración tuvo que ver directamente con las circunstancias en las que mataron a Nievas. Sucedió alrededor de las 9 de la noche del sábado pasado, cuando el hombre caminaba por la avenida 44 junto a su hijo de 12 años.

“Hacía dos meses había sido padre de nuevo”, dijo un investigador, agregando que Nievas y el nene salieron de su casa de 43 y 140 para hacer unas compras.

En 44 entre 143 y 144 apareció una moto de color oscuro ocupada por dos hombres, quienes abordaron a la víctima y unos segundos después le pegaron un tiro en el pecho. Todo esto pasó ante la mirada aterrorizada del chico, que en un principio quedó paralizado y después salió corriendo en busca de ayuda.

Nievas cayó herido de muerte, mientras los homicidas escapaban “sin llevarse nada”, dijeron fuentes de la Policía. A partir de ese dato algunos voceros pusieron en duda la hipótesis del asalto.

Sin embargo, los amigos de la víctima confirmaron que lo abordaron con fines de robo, y coincidieron en que no le sustrajeron ninguna pertenencia. “Tenía 200 pesos y el celular. ¿Qué le iban a sacar?”, cuestionó Juan.

Cuando lo balearon, un móvil del Comando fue el primero en llegar al lugar y llevar al herido y un familiar al hospital de Romero, mientras motoristas de la Policía Local le abrían paso para agilizar el traslado.

Sin embargo y pese a los esfuerzos, los médicos que lo recibieron en la guardia determinaron que Nievas ya había fallecido.

Luego de que el cuerpo fuera sometido a la autopsia, fue entregado a sus familiares. Según trascendió, ninguno de ellos decidió acercarse a la manifestación de ayer a la tarde.

Un intento de robo de estas características repercutió en todo ese entorno: “Ahora nos da miedo salir a hacer los mandados. No se puede vivir así”, dijeron ayer.

“arruinaron una familia”

En lo que respecta a los asesinos, todavía no hay pistas para ubicarlos, al menos por lo que trascendió de algunas fuentes allegadas a la causa.

Es en este contexto que aumenta la preocupación de los allegados a Nievas: “Por ahora nadie nos vino a dar una mano. Solamente la Policía se acercó en base a lo que aportó un testigo. Pedimos hablar con el fiscal, el juez o con alguien responsable, que se haga cargo de la situación”, reclamó Juan.

“Arruinaron una familia y esto no puede pasar. Somos toda gente amiga, de barrio y trabajadora. Queremos que paguen los que hicieron esto”, siguió el joven, rodeado de los demás amigos, que dijeron sentirse “destrozados” por toda esta situación.

Al cierre de esta edición el corte se mantenía, en medio de importantes escenas de tensión, denunciadas por otros vecinos de la zona.