Estudiantes regaló la serie y se quedó afuera de la Sudamericana

Cordoba Enviados especiales

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Martin Cabrera Comentario

E studiantes tiene todo el derecho de reprocharse la eliminación de anoche en la Copa Sudamericana. Porque un rival menor, con apenas un poco de oportunismo y mucho sacrificio, lo dejó afuera de la competencia que más le importaba en este semestre. Le ganó -sin merecerlo- 2-0 y lo dejó con un mar de dudas hasta fin de año.

El Pincha pagó carísimo la falta de jerarquía en los metros finales de la cancha. Pero no sólo anoche cuando erró tres goles imposibles, sino por lo ocurrido tres semanas atrás en La Plata, cuando no supo cómo empujar a un rival arrodillado. Ahora ya es tarde para lamentos.

En el primer tiempo fue Belgrano el que tuvo la iniciativa, la pelota y el que llevó todo el nerviosismo del partido, a tal punto que su gente se pasó buena parte de los 45 minutos protestándole al árbitro peruano Víctor Carrillo, como si fuera el responsable de la impotencia de su equipo.

Es que Belgrano, a pesar del mal juego de Estudiantes y de la ventaja de jugar contra un rival que resignó casi todo el tiempo el ataque, no logró hilvanar una sola jugada de riesgo como para poner en apuros a Mariano Andújar.

Nahuel Luján por la derecha del ataque y Matías Suárez por ambos frentes, pusieron en aprietos a los laterales, principalmente a Matías Aguirregaray, a quien le costó hacer pie, lo mismo que Julián Marchioni en la mitad y al tándem Solari-Sánchez, que jamás ofreció seguridad y salida por la derecha del campo. Pero, tal como se dijo, el local no tuvo más que aproximaciones que llegar con pelota dominada hasta el área o tres cuartos de cancha.

Del otro lado se vio un Estudiantes tibio al principio, desconectado entre el medio y los generadores de juego. Es que Juan Cavallaro no pudo encontrar la pelota en todo ese período y Lucas Viatri realizó un esfuerzo desolado contra los centrales de Belgrano.

Aun así, jugando un partido flojo, manejando con experiencia el nerviosismo externo, tuvo dos chances de gol. Primero con un tiro libre que desperdició Cavallaro luego de una buena jugada individual que acabó con una infracción cerca del área grande y luego con una descomunal corrida de Santiago Ascacibar por izquierda, que terminó con una habilitación para Augusto Solari, que remató por encima del travesaño ante la salida de Olave. Fue una contra, a los 44 minutos, que bien pudo cerrar la serie. Pero no fue así.

En el segundo tiempo Estudiantes se paró unos metros más adelante. Mejoraron los extremos, lo mismo que el doble cinco. Así presionó en la gestación del juego del local, que a la impotencia le sumó desconcierto. En los primeros minutos fue el Pincha el que manejó la pelota y generó las chances más claras hasta el momento: a los 6 minutos Olave le sacó un mano a mano a Auzqui y cuatro minutos después el propio arquero le negó en una misma jugada dos goles a Marchioni y Viatri, que pudieron bajarle la persiana al partido.

Y en el momento que maduraba el gol de Estudiantes llegó una jugada muy rara dentro del área que el peruano sancionó penal para Belgrano por mano de Augusto Solari. Claudio Bieler cambió por gol y empezó otro partido.

Fue tan fuerte el golpe que le pegó Belgrano que dos minutos después de igualar la serie la pasó a ganar con un centro desde la derecha a las espaldas de Sánchez, que no supo cómo rechazar y entonces Claudio Bieler, como un delantero, bajó de pechó para el gol. 2-0 en el momento menos pensado para meterse la serie en el bolsillo, cuando por merecimientos había hecho poco y nada.

Con el resultado adverso quiso torcer la historia, pero se encontró con un rival afirmado en su ímpetu. El técnico hizo cambios pero no encontró nada. Estudiantes se fue de la Copa Sudamericana sin pena ni gloria y complicó su semestre cuando nadie lo pensaba. A pesar del levar un invicto de 17 partidos, se llenó de dudas.