Vecinos hartos de autos arrumbados

Históricos disparadores de quejas vecinales, los autos arrumbados frente a las comisarías son uno de los tantos problemas crónicos de la Ciudad. No sólo restan espacios para estacionar, sino que entorpecen también el paso en ramblas y veredas, donde ganan cada vez más espacio.

Ahora quienes pusieron el grito en el cielo por esta situación son los vecinos que residen en las inmediaciones de calle 38 entre 7 y 8, en torno a la comisaría segunda. Los frentistas expresaron su fastidio por la creciente cantidad de autos arrumbados que se amontonan sobre la calle y la rambla, ocasionando, dijeron, múltiples inconvenientes en la avenida.

“Cada vez que hay un choque los autos vienen a parar acá. Hay que tomar medidas por que no sólo acumulan agua por el tema del dengue y los mosquitos, sino también por la mugre y porque ocupan lugar de estacionamientos. La Ciudad está hecha un caos”, detalló una mujer de ese sector de Barrio Norte.

“Habían limpiado la rambla, pero ahora de nuevo es un desastre. Los podrían trasladar a un depósito. Se altera todo el paisaje que hay con la plaza, con la escuela. Pero estos autos acá, no me parecen”, agregó la damnificada.

Según sostienen, los rodados se encuentran estacionados frente a la sede policial por decisión de la Justicia, ya que se encuentran vinculados a distintos procesos. Algunos vehículos son último modelo y están flamantes, otros un poco más desvencijados, y dos o tres son despojos, oxidados y en algunos casos quemados, sin ruedas ni ventanas.

En la mayoría de los casos, los autos estacionados se ven con las fajas de secuestro de lado a lado, asegurando que ni puertas ni baúles sean abiertos; han estado involucrados en algún accidente vial y esperan a que su suerte sea decidida por la Justicia, las aseguradoras o sus mismos dueños, que en ocasiones se hacen cargo de su destino y en otras no, por no poder enfrentar los costos de reparación o creer que no vale la pena.