“Me permito ser con mis aciertos y mis errores”

Llenó el Coliseo Podestá y diez días después, en el marco de los festejos por el Día de la Primavera, hizo lo mismo en el Pasaje Dardo Rocha. Eso, en el 2014. El año pasado, junto al elenco de “Esperanza Mía”, tomó el centro neurálgico de la Ciudad y con la Catedral de fondo realizó una coreografía para la ficción de Pol-Ka que hizo enloquecer a las miles de fans que, desde temprano, bordearon la Plaza Moreno. Y ahora, en consecuencia con un fenómeno pop que no deja de crecer, Lali Espósito volverá a La Plata para presentarse, ni más ni menos, que en el Teatro Argentino el próximo 25 de octubre.

“¡Los músculos ya me dicen ‘menos mal que fueron cuatro’!”, bromea Lali en diálogo con EL DIA, exhausta pero feliz, apenas horas después de haber ofrecido el último de la seguidilla de shows en el Opera, teatro elegido como punto de partida para el “Soy Tour”, gira de presentación oficial de su segundo álbum, la misma que la traerá a la Sala Alberto Ginastera el mes próximo.

Más allá de la apuesta técnica y artística, que nada tiene que enviarle a los grandes espectáculos internacionales, con la cantante volando por el teatro y hasta con ¡diez cambios de vestuario!, Lali elige emocionarse con lo humano: “Me quedo con todo lo que pude ver y sentir de la gente: tuve una conexión muy posta, ahí, mirando las caras, y me pude dar cuenta a quién le había costado un montón tener su entrada, quién venía de lejos, había familias enteras, padres emocionados, grupos de amigos que se abrazaban. Pude ver al público variado que por suerte me sigue y que me acepta así como soy”.

En su nuevo disco hay canciones que hablan de personas únicas, revolucionarias, irresistibles, creyentes, religiosas, amantes, reinas... ¿Cuál de todas es Lali Espósito? La ídola adolescente suspira y tras un sincero “qué se yo” se anima con el título que da nombre a la placa.

“Yo creo que ‘Soy’ es lo indicado. Pero no ‘soy algo’ sino que soy, simplemente, de ser, de ser uno mismo”, dice Lali, sobre uno de sus temas preferidos en el que incluye frases como “Soy del barrio de las almas que sueñan” o “Cambiar la realidad para poder volar”. Y explica: “Tiene que ver con el barrio en el que yo crecí, con gente laburante. Yo siempre veía lo que costaba todo, y parecía imposible tener un sueño... Por eso creo que ‘Soy’ es la canción que me identifica más: porque estoy siendo yo misma”.

Auténtica y fresca, la chica del momento -pero de laaargo momento-, habla con serenidad, de par a par, y reflexiona sobre su presente. “Me estoy permitiendo ser con mis aciertos y mis errores y así me muestro”, remarca -como si fuera necesario- la que es una de sus mayores virtudes. “Por suerte no necesito hacer un personaje para que la gente crea algo de mí, y eso me hace andar tranquila por ahí”. Ella sabe que “eso” es lo que a su público le gusta de ella, su naturalidad y espontaneidad, más allá de los trajes que pueda lucir sobre el escenario, “más allá del show y de toda la bola”.

GRAN DESAFIO

Lali sabe que Zubin Mehta, semanas atrás, actuó en el mismo escenario en el que ella tocará. ¿Qué siente? “¡Me da como miedo! Cuando estábamos programando la gira, y surge la posibilidad del Teatro Argentino, yo le dije a mi jefe técnico, ‘Che, ¿te parece?’ Yo sé que es una sala muy emblemática, y sé que es muy importante para un artista tocar ahí. Me siento una privilegiada total de dar este paso y poder estar ahí con este show. Todo es una conjunción de cosas que lo hacen muy emocionante. Ojalá se llene y sino, no importa, para mí ya es un lujo”.

De tradición clásica, la solemnidad de la Ginastera albergará a la algarabía del pop y la acústica de la sala se pondrá a prueba una vez más pero esta vez con la potencia de las fans y sus ya clásicos gritos de emoción. Para Lali, esta presentación, es un gran desafío que acepta y hará con mucha responsabilidad. “Me parece que está bueno que suene algo diferente, por supuesto lo haremos con mucho respeto, cuidando lo hermoso que es”, sostiene y aclara, entre risas, “¡Tampoco somos heavy metal, eh!”.

La actriz, que saltó a la fama con “Chiquititas” hace ya muchos años y de la mano de su mentora y admirada Cris Morena, cuenta que escucha música clásica, aunque se sincera con su simpatía habitual y su lenguaje juvenil: “No tengo idea bien tipo los nombres. Pero cada tanto me mando música clásica en casa. Y me cargan los que vienen a laburar porque no se esperan eso de mí. Pero es muy tranquilizadora, muy linda”.

Aunque en La Plata, por las cuestiones técnicas, no la veremos volar sobre el público, Lali anticipa que el show será el mismo que ofreció en el Opera: “Las pantallas, los bailarines, los músicos, la propuesta visual es la misma. Nosotros llevamos todo lo que podemos. Es una hora y cuarenta y cinco de puras sorpresas”.

La artista reconoce que “salir de gira es lo más lindo del mundo”, un proceso en el que disfruta encontrando los matices de cada lugar y de cada público. “Las energías van cambiando y poder ser testigo de eso me encanta. Yo me llevo un cuadernito y de todos los lugares me anoto cosas”, indica y revela que “Soy” lo escribió, de hecho, durante el tour anterior: “El año pasado con la novela fue muy intenso. Por eso aprovechaba los fines de semana, que era cuando salía a tocar, y en la combi, en el avión, en el cuarto o en el momento de espera en los estadios, siempre estaba escribiendo. Así salió el disco”.

Este disco, por caso, llegó para complementar al anterior, “A bailar”, sobre todo, con la fusión de nuevos estilos musicales, en los que Lali siempre había querido ahondar, como el hip hop y el soul, aunque sin salir de su pop dance más tradicional.

Conforme y agradecida con su presente profesional, y con el amor incondicional de sus fans, Lali acepta la exposición a la que es sometida por el hecho de ser una figura pública aunque no considera que sea un precio que “tenga que” pagar por la fama. “Yo no le debo nada a nadie. Cuando me dicen eso, siempre me quedo pensando. Yo soy resultado de lo que uno hace. Uno sabe lo que es ser una persona re conocida. A mí me pasó, como bien decís, en los últimos dos años, que la exposición fue mayor, con la música y la tele. Pero me lo banco. Quizás la parte de exposición personal es la que uno disfruta menos porque no es buscado, por lo menos por mí”, reconoce.

Y en la misma línea, agrega: “Pero creo que me he manejado fiel a mí misma, tranquila, siempre he contestado, porque no tengo nada que ocultar. Me mostré siempre como soy, relajada. No iría a un programa a hablar de mi vida privada (¿palito para su ex?) porque ahí me estaría traicionando, porque no tiene nada que ver conmigo, porque tengo mucho de lo que hablar que no es la vida privada”.

Claro. Además de la música y la tele, Lali -que también tiene una fragancia y hasta una app, además de ser cara de primerísimas marcas- acaba de dar un enorme paso en el cine al debutar en el rol protagónico con “Permitidos”, la película de Ariel Winograd en la que comparte elenco con Martín Piroyansky, Benjamín Vicuña y Liz Solari. Dice que esa experiencia “no pudo haber sido más genial” y que dio el sí en apenas segundos después de haber recibido el guión. Amante de la comedia, la actriz está “enloquecida” con las críticas del filme, sobre todo, “con el boca en boca” de la gente, algo que le resulta “espectacular”, y revela que está “ansiosa por volver a rodar”.

A punto de cumplir los 25 años, Lali Espósito ya puede tocar el cielo, sin embargo, sigue eligiendo ir paso a paso, con los pies sobre la tierra, aunque soñando, eso sí, motorizada para seguir abriendo las alas.