Una apuesta oficial a seducir inversores

Sin dudas una de las grandes diferencias de la actual gestión de la anterior es el motor que busca impulsar el crecimiento económico. El kirchnerismo apuntó al consumo interno, una vez que definitivamente el sector externo, gran impulsor de la bonanza de los primeros años, comenzó a jugar en contra de la propuesta K.

Ahora, el macrismo apunta todos sus cañones a lograr inversiones externas y ni más ni menos ese fue el motivo que congregó a varios de los CEOs de las principales compañías internacionales en la cumbre que se dio en llamar Mini Davos, aunque su nombre oficial fue Foro de Inversiones y Negocios que se desarrolló en el Centro Cultural Kirchner de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Si bien se dijo que en total se anunciaron proyectos por unos 40.000 millones de dólares, lo cierto es que el aporte más significativo lo hizo Siemens, que anunció el desembolso de fondos por unos 5.000 millones de euros, en el terreno de las energías alternativas y en infraestructuras.

Si bien cada uno de los planteos de inversión requiere su maduración (en el caso de Siemens se debe resolver un conflicto que está en el Ciadi), desde el Gobierno se busca aprovechar el impacto de la cumbre para impulsar nuevos cambios que terminen de convencer a los inversores para desembarcar en el país.

CAMBIOS IMPOSITIVOS

Además de promesas a los altos ejecutivos en el sentido de analizar algunas modificaciones en materia laboral, también trascendió que una de las opciones que maneja el gobierno de Mauricio Macri es una profunda transformación impositiva para impulsar cuanto antes.

Es que de acuerdo a los datos oficiales, avalados por las principales consultoras económicas el impacto impositivo en la economía argentina no paró de crecer en los últimos años y ahora se buscaría modificar esa tenedencia. Los cambios apuntan a crear mejores condicones para la inversión e incluirán tanto impuestos nacionales como provinciales y municipales

Es que junto a cada declaración sobre lo mucho que se avanzó y sobre el “potencial” del país, en paralelo se mencionó el camino que todavía falta recorrer en materia de reformas como condición esencial para que la Argentina pueda atraer finalmente a las ansiadas inversiones externas.

Entre las principales tareas pendientes, los empresarios hicieron especial referencia a la necesidad de contar con un alivio impositivo.

No por nada, el mismo Mauricio Macri habló de la alta presión impositiva y prometió moderar la carga tributaria de cara a los próximos años. Por ahora es sòlo una promesa, pero también aparenta mostrar el camino por el cual esta administración apunta a transitar.