Doble crimen: la pareja de prófugos no aparece

Si los asesinatos del cirujano Guillermo Luna (65) y su mujer Laura Favre (42) todavía tienen muchos puntos oscuros, el paradero de los principales sospechosos del caso también sigue siendo un misterio.

Con pedido de captura nacional e internacional desde hace cinco días, el prestamista Sergio Ariel “Tota” Maydana (39) y su mujer, la suboficial de policía Flavia Silvina Rodríguez (32), han logrado mantenerse prófugos. Los investigadores no creen que hayan salido del país, pero tampoco se atreven a descartarlo de plano.

Por lo pronto, analizan llamados telefónicos y entrecruzamientos de contactos, cámaras de seguridad privadas y públicas (sobre todo de peajes) y el aporte de algunos conocidos de los protagonistas del caso. Y aunque no han realizado allanamientos nuevos, podrían concretarlos en las próximas horas.

Maydana y Rodríguez están acusados de los homicidios ocurridos en la noche del lunes 22 de agosto en 490, entre 136 y 137, donde Luna y Favre fueron hallados asesinados a tiros dentro de su camioneta Kia Montero negra.

Al día siguiente la suboficial no se presentó en la comisaría de Gonnet, donde trabajaba, argumentando que le habían robado el arma reglamentaria (9 milímetros, uno de los dos calibres usados en los crímenes) y tenía miedo por las amenazas de un ex convicto al que apodó “Simpson”.

Ella y su marido dejaron a su hija de 5 meses con la abuela materna y desaparecieron en su automóvil Ford Fiesta negro.

Un hombre que era amigo de Luna y Maydana intentó contactar a este último cuando supo del crimen del cirujano plástico, a las 6 de la mañana del martes. Según contó al diario La Nación Luis Schulze, llamó a “Tota” a las 7, pero como el celular parecía apagado apagado o sin señal, le dejó un mensaje de whatsapp que decía “atendé boludo”. Nunca atendió.

Por eso, a las 17 de ese día Schulze fue hasta la casa de Maydana, pero nadie lo atendió. Una hora y media después regresó y notó que adentro había una luz prendida. A través de la cerradura vio un gran desorden, la casa abierta y revuelta.

Según el allegado a Luna y Maydana, desde febrero de este año el médico le daba plata al financista para que él ofreciera préstamos, y éste no le había devuelto nada.

“Guillermo ponía el dinero. Maydana prestaba el dinero, cobraba un interés equis, el 20% se lo quedaba él y el resto iba para el inversor, que era Guillermo. Era una mesa de dinero para los civiles. Guillermo sabía que era para prestarlo. Ese fue el error de él”, dijo Schulze, quien los presentó en un asado entre amigos, hace tres años y medio.

“Si hubiera sabido le hubiera dicho a Guillermo ´ojo no pongas tanta plata porque Ariel es un tipo inestable, se cansa rápido de las cosas´. Empezaba a hacer un laburo y a los dos meses lo dejaba. Y a Ariel le hubiera dicho que Guillermo es mi amigo, que no lo cague”, contó Schulze. La hipótesis más firme es que el médico le pidió a Maydana que le devolviera el dinero, o, al menos, las ganancias, y todo se salió de control.