“Más que nunca, viajar a La Plata es una fiesta”

Tiempo de cambios para “La venganza será terrible”: el mítico envío radial conducido por Alejandro Dolina decidió retirarse de radio Del Plata a comienzos de mes, agotado tras un año sin percibir haberes, y acaba de comenzar su aventura en una nueva casa, la AM 750. En ese marco llegarán a la Ciudad hoy, en un momento que Dolina define como “particular”.

“Estamos en pleno cambio de radio, con todas las dificultades que eso implica y con algunas dificultades que no necesariamente implica...”, dice el conductor y narrador en diálogo con EL DIA, en referencia a la principal problemática que han encontrado en su nueva radio: no permite la participación de la audiencia.

“Ahora no tenemos la posibilidad de recibir al público, detalle central de nuestro programa. Eso nos tiene un poco preocupados. De manera que un viaje a La Plata, una presentación en el Coliseo Podestá, es una fiesta siempre, pero ahora, más que nunca”, cuenta Dolina, quien se presentará desde las 21.30 en el tradicional teatro platense y promete “hacer algo bueno: lo importante son los buenos contenidos, porque la alegría está bien, pero también está la profesionalidad. Hay que dar contenidos interesantes, no solamente entusiasmo”.

En este contexto, el autor de “Crónicas del Angel Gris” explica que “encontrarnos con la gente significa renovar el espíritu del programa, un esíritu de presencia y convivencia, en el sentido de la experiencia teatral. Nosotros esperamos que la ausencia del público sea temporal, pero siendo este viaje a La Plata una especie de oasis nos parece doblemente satisfactoria”.

El programa lleva un par de noches al aire en la AM 750, y esta será la primera vez desde el comienzo de una nueva etapa para “La venganza...” que el espectáculo radial y teatral se presenta ante el público.

RADIO Y TEATRO

Sin embargo, en las semanas que el programa no tuvo hogar continuó con sus presentaciones pautadas, con una grata respuesta. “El tiempo sin hogar”, afirma Dolina, “nos dejó la sensación de que no es necesario un hogar empresarial, no es necesario estar en una radio. Yendo nosotros hacia los oyentes, yendo a las ciudades”.

“De hecho”, agrega, “hemos ido a muchas ciudades donde el programa no se escucha, porque no hay una repetidora, y el público igual asiste”.

Pero más allá de la recepción del público en este tiempo sin radio, la presencia en Del Plata es insostenible: “Los problemas con Del Plata comenzaron prácticamente desde nuestra incorporación”, se ríe Dolina, quien afirma que “ya no había ninguna posibilidad de llegar a un acuerdo”.

“Habiendo quedado en claro que ellos no tienen la intención de pagar, fuimos a otro lado, y seguiremos intentando reunirnos con nuestros haberes atrasados”, cuenta, y dice que “supongo yo que debe haber un recurso para protegerse del ‘paga Dios’ empresario”.

Los cambios en 2016 han sido numerosos para el envío que este año cumple tres décadas de vida: esta vez, a diferencia de tantas visitas de Dolina, el ingreso no será libre (la entrada tiene un valor de $180). “Es muy difícil encontrar hoy municipios, o provincias o instituciones culturales interesadas en dar espectáculos gratuitos, que era como nos manejábamos”, afirma, y agrega que “al mismo tiempo eso nos llevó a organizar nuestros propios espectáculos y a cobrar entrada, cosa que no hacíamos. Esto no es exactamente lo que habíamos planeado, pero de golpe resulta más beneficioso, desde un punto de vista estrictamente económico: ganamos más dinero que antes. Pero la forma en que se organiza es más antipática, más empresarial, más mercantil”.