Ataron a un hombre frente a su familia, en Villa Elisa

Un hombre entrando el auto a la cochera y tres delincuentes en otro vehículo, en busca de a quién atacar por una zona céntrica de Villa Elisa. En esa circunstancia comenzó una entradera que tuvo como víctima a Adolfo Vaccarini (68), un ex delegado comunal en la época del alakismo.

Al hombre lo sorprendieron en el patio delantero de su casa, en 7 entre 421 y 422, cuando eran las 19.30 del martes. A diferencia de la primera versión difundida por fuentes oficiales, que este diario publicó ayer en exclusiva, se trató de un episodio violento en el que lo ataron y lo sometieron por 20 minutos.

Se trataba de delincuentes “profesionales”, a decir de Vaccarini. El vio que los dos sujetos que se bajaron del auto y lo amenazaron “estaban bien vestidos, tenían guantes, llevaban un portafolios de cuero, las armas tenían silenciadores y andaban con un manojo de precintos”, según su descripción.

Vaccarini no vio a los intrusos en el comienzo. Cuando los tuvo delante de su vista notó que le apuntaban con pistolas y fue obligado a entrar. Adentro estaban su esposa y dos sobrinos de 7 y 8 años que estaban de visita.

“mi mujer se resistio”

“A mí me hicieron sentar en una silla y me ataron las manos con precintos por detrás de la espalda. Quisieron hacer lo mismo con mi mujer pero ella se resistió y abrazó a los dos nenes, para que no les hicieran nada”, explicó Adolfo. Al final, él fue el único al que inmovilizaron.

Mientras uno de los delincuentes controlaba a las cuatro víctimas en la cocina, el otro revisó toda la casa y “trabajó tranquilo”. En su recorrida encontró joyas de oro y tres mil pesos que había preparados para un pago.

“También se llevaron valijas con ropa y elementos de trabajo de mi hija, que es guía de viajes. A mi esposa le sacaron de las manos los anillos y pulseras. Y a mí me sacaron la billetera: perdí los documentos y tarjetas”, completó el hombre, en diálogo con este medio.

Mientras todo eso ocurría, se veía que en la calle había un auto blanco “que hacía maniobras raras”. Ese sería el vehículo que habrían usado los ladrones para llegar y luego irse. Se desconocen la marca, el modelo y la patente.

Hasta ayer seguía sin haber rastros de esos asaltantes. Vaccarini opinó que el robo fue “totalmente al voleo”.

Todas las víctimas salieron ilesas pero lógicamente quedaron muy asustadas por la clase de amenazas que soportaron. “Hoy (por ayer) no nos movimos de casa”, sentenció Adolfo.

Hace un par de meses había aflorado en esa zona de Villa Elisa el temor por una serie de asaltos violentos. La brújula de la intuición vecinal coincidió en que los ladrones serían sujetos que viven a muy pocas cuadras de los lugares que eligen para atacar.

al borde de la explosion

Muy cerca de donde cometieron la entradera, en el cruce de camino Centenario y 423, ayer a la madrugada incendiaron un Renault 12 que estaba detenido en una estación de servicio.

Los quemacoches atacaron ese auto con algún combustible y por eso ardió en cuestión de minutos. Por tratarse de un vehículo que en su baúl tenía un tanque de GNC, faltó muy poco para que ese envase explotara.

El riesgo fue todavía mayor por haber ocurrido a metros de surtidores de nafta. “De casualidad no explotó todo”, consideró Cristian, el dueño del auto. El incendio fue sofocado por una dotación de bomberos.

La bronca del vecino tuvo que ver con que hace pocos días entraron a robar a su casa, de donde se llevaron varias pertenencias de valor. Estos nuevos episodios renovaron la preocupación.