Un pueblo que vive bajo “toque de queda”

Charlotte vivió ayer una jornada de tensa calma tras su primera noche con toque de queda y mientras avanza la investigación sobre la muerte de Keith Lamont Scott a manos de la Policía y la de otro afroamericano que recibió un disparo fatal en una de las protestas que han sacudido la ciudad.

Los inmuebles adyacentes a la zona financiera están siendo vigilados por miembros de la Guardia Nacional tras la declaración del estado de emergencia en la ciudad por parte del gobernador del estado, Pat McCrory.

Al estado de emergencia se le unió el toque de queda que decretó el jueves la alcaldesa de Charlotte, Jennifer Roberts, a partir de la medianoche (1 de la mañana en Argentina) y hasta las 6:00 hora local (las 7 en Argentina), una medida que se aplicó por primera vez en la madrugada de ayer y se estaba implementando al cierre de esta edición y que “estará en vigor cada día” hasta que concluyan los disturbios.

En el centro de la ciudad, donde los ventanales de muchos comercios aparecen cubiertos con planchas de madera, los habitantes intentaron ayer hoy retomar su rutina, tras una noche de protestas pacíficas que se saldaron con tres detenidos y cuatro heridos, balance sensiblemente menor a las de las dos noches previas.

En contraste con la noche del miércoles, miles de manifestantes recorrieron el jueves las calles del centro de Charlotte portando carteles y reclamando a gritos justicia por la muerte de Scott, en un nuevo incidente en el que un afroamericano muere por disparos de la policía.

En una conferencia de prensa, la alcaldesa de la ciudad, Jennifer Roberts, mostró ayer su tranquilidad porque las protestas del jueves fueron pacíficas, pero, aun así, decidió mantener durante el fin de semana el toque de queda, para poder “mantener los actuales recursos” policiales.

Tanto Roberts como el jefe de la policía local, Kerr Putney, indicaron que el toque de queda es una “herramienta” que usarán con “discrecionalidad” y sólo si las protestas se tornan violentas.

A pesar de que la noche del jueves se vivieron puntuales momentos de tensión, la tónica general estuvo muy alejada de las dos noches previas, en las que los enfrentamientos con las fuerzas del orden fueron severos y se produjo un disparo el miércoles que acabó con la vida del joven Justin Carr, que participaba en las protestas.

UN DETENIDO

Mientras las investigaciones por las dos muertes prosiguen, el jefe de la Policía de Charlotte-Meckenburg informó que ayer se detuvo a una persona relacionada con la muerte de Carr, que falleció el jueves a consecuencia del disparo en la cabeza que recibió en la víspera.

Putney indicó que la detención se produjo después de revisar vídeos de seguridad en los que se ve el momento del disparo, aunque dijo que todavía desconocen el vínculo, si lo hay, entre Carr y el sospechoso.