De todo un poco para recibir a la primavera
| 25 de Septiembre de 2016 | 01:20

Un cóctel de fiestas clandestinas, corrupción policial, contramarchas por Malvinas y conflictividad gremial ha marcado la semana de la Primavera.
La tragedia de Moreno puso en debate, una vez más, el descontrol y la impunidad que han permitido el auge de fiestas clandestinas en las que la muerte está invitada. Se hacen en todos lados, al amparo de una “vista gorda” que ya ha provocado varias tragedias. Una mezcla de excesos, lucro y descontrol pone en peligro a miles de jóvenes todos los fines de semana.
El tema no parece del todo desconectado de la corrupción enquistada en la Policía, que esta semana volvió a escribir varios capítulos. La causa de los sobres de plata negra en la Departamental de La Plata ha dado un nuevo giro: hay 31 comisarios que pidieron la eximición de prisión, en una muestra de la magnitud que tendría la cadena de responsabilidades por este escándalo de recaudación ilegal.
El caso de los “sobres” ha venido a mostrar, casi con tanta obscenidad como los bolsos de López, un sistema del que se tienen noticias desde hace décadas: la “colecta” policial para mirar hacia otro lado en determinados rubros delictivos. Quedó escrito y ensobrado.
Esta semana declaró también el policía detenido por el asalto al intendente Julio Garro. Dio una versión que el propio Garro vinculó a la trama de mafias policiales.
El policía preso por este caso es aquel suboficial de la Primera que con un sueldo de 18 mil pesos alquilaba una casa por 40 mil mensuales en el Grand Bell. Los números nunca le cerraron del todo bien. Ahora dijo que de lo de Garro se llevaron 6 millones de dólares, pero que él no sabe dónde fueron a parar.
El policía se llama Patricio Masana y ya estaba preso cuando “saltó” el escándalo de los sobres. En tribunales están seguros, sin embargo, que era un engranaje de ese sistema de recaudación.
Entre tanta oscuridad, llegó la Primavera. Fue, quizá, la mejor noticia de una semana en la que se habló mucho de divorcios y de bodas. Las separaciones de Brad Pitt y de Adrián Suar se colaron en las charlas cotidianas, igual que el casamiento del gobernador salteño con la hermosa Isabel Macedo. Lo de Brad Pitt y Angelina Jolie ha venido a confirmar aquello tan viejo como que el dinero, la fama y la belleza no alcanzan para la felicidad.
Messi generó otra preocupación. La lesión que lo dejará afuera de los compromisos de la Selección encendió todas las luces de alarma. Y desató una pelea entre Bauza y el Barcelona (por ver quién lo cuida más) que no parece aportar demasiado.
La semana, mientras tanto, dejó un sabor a confusión con un asunto de máxima sensibilidad como Malvinas. Macri anunció la disposición inglesa a abrir un diálogo sobre soberanía que parece, en rigor, tan lejano como siempre. Y la CGT puso un paro en la mesa de discusión para aumentar la temperatura de la conflictividad gremial.
El libreto de la Argentina siempre parece repetirse. Está lleno de marchas y contramarchas, escándalos y escandaletes, conflictos y pasiones futboleras.
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