Edward Albee: adiós a un ícono de la dramaturgia
| 25 de Septiembre de 2016 | 00:13

El dramaturgo estadounidense Edward Albee, ganador de tres premios Pulitzer y autor de la clásica “¿Quién teme a Virginia Woolf?”, falleció esta semana en su casa de Long Island, cerca de Nueva York. Tenía 88 años y dejó una huella imborrable en el teatro norteamericano, a través del cual puso a la sociedad de ese país ante el espejo.
A quienes querían aprender a escribir, Edward Albee les recomendaba que nunca mintiesen. En su opinión, los dramaturgos debían estimular al público y los lectores para que reflexionasen sobre la democracia, la política y el Gobierno, pero también sobre “si están viviendo su vida en plenitud o no, sobre sus reacciones hacia los demás, sus obligaciones respecto a uno mismo y a los demás”.
Nacido en 1928, Albee escribió a muy temprana edad sus primeros poemas, una novela y la obra “Schism”, que fue publicada en 1944 en la revista de su escuela en Choate/Nueva York. Se quejaba de haber tenido una infancia infeliz, tras ser adoptado a las dos semanas de vida por una familia muy rica pero también muy conservadora. Se cree que nació en Virginia, aunque nunca estuvo claro.
Su padre adoptivo, Reed Albee, era propietario de varios teatros. En el Teatro Schiller de Berlín dio su primer paso en el mundo de la escena, pues allí se estrenó en 1959 “The Zoo Story” junto a una pieza de Samuel Beckett. Cuando la obra finalmente llegó a Greenwich Village, en Nueva York, desaprovechó el impulso del creciente “Off-Broadway”, en el que se crearía un espacio para un teatro más experimental.
El verdadero impulso a su carrera le llegó con la amarga sátira matrimonial “¿Quién teme a Virginia Woolf?”, que a siguió siendo su pieza más conocida durante toda su vida, gracias también a la versión cinematográfica protagonizada por Richard Burton y Elizabeth Taylor.
La obra lo convirtió en una estrella indiscutible del panorama teatral estadounidense en 1962. Pero el autor tenía sentimientos encontrados al respecto. La obra “me cuelga de cuello como una brillante medalla, muy bonita pero un poco pesada”, dijo en una ocasión.
En esa obra, Albee criticaba sin piedad el estilo de vida estadounidense, las vacuas convenciones sociales y las apariencias morales. Sus protagonistas, George y Martha -irónicamente los nombres del presidente George Washington y su esposa- se enzarzan en una terrible disputa matrimonial llena de odio frente a otra joven pareja. Para la versión cinematográfica, Liz Taylor y Richard Burton bien pudieron servirse de las experiencias de su propia turbulenta relación.
En una decisión muy controvertida, el jurado privó del premio Pulitzer a Albee por su obra más conocida. Sin embargo, lo ganó en otras tres ocasiones, por “Un delicado equilibrio” (1966), “Seascape” (1974) y “Three Tall Women” (1990-91).
A través de una treintena de obras sacó a la luz los oscuros secretos de los más privilegiados, la inseguridad que escondían tras la fachada de una vida moderna. “The New York Times” aseguró en una ocasión que Albee describió “la habilidad para el sadismo y la violencia de la sociedad estadounidense (...), la peligrosa insensatez de la atracción sexual y la siempre irrevocable presencia de la muerte”.
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