Detectan maniobras con “trapitos” para librarse de pagar el medido

Un servicio de “valet parking” que incluye como beneficio adicional un ahorro en el valor del estacionamiento medido. Ese es el paquete que ofrecen los cuidacoches platenses en la zona de Tribunales, modalidad que la Comuna se propone erradicar mediante operativos de fiscalización y multa a los automovilistas que actúen en complicidad con los trapitos.

El mecanismo es sencillo y está aceitado -tanto que al cabo de uno de los operativos más recientes se detectaron decenas de autos en infracción, todos contiguos-: el conductor llega a destino, y le “tira” las llaves de su auto al trapito, acompañadas por una suma equivalente al total del tiempo que calcula permanecer en la zona medida, a razón de seis pesos la hora. Y éste conserva el dinero como fondo de garantía, por si aparecen los controladores municipales.

Cuando lo hacen, el cuidacoches intenta disuadirlos -por las buenas o no tanto- de pasar por su cuadra, o propone un arreglo económico. Si fracasa, activa un “plan B” y corre hacia el kiosco más cercano con una lista de patentes, para cargarle a cada una de ellas una hora de estacionamiento. Al regreso de los dueños de los autos, después de realizar trámites o finalizar su jornada laboral, les devuelven el dinero no utilizado menos una propina.

TRIBUNALES, ZONA CALIENTE

“La mayor parte de las irregularidades se comete en torno al eje de la calle 46, entre 10 y 13, e involucra a las cuadras transversales” diagnostica Jorge Estévez, director de Estacionamiento Medido local: “ es una zona de mucho conflicto, por lo que estamos buscando normalizar la situación”.

Los operativos incluyen la presencia de inspectores y policía municipal. “La semana pasada se labraron infracciones a 80 autos, que estaban todos juntos en tres cuadras” ejemplifica el funcionario: “pero es difícil concientizar, en parte porque los mismos cuidacoches despegan las obleas de multa para que los conductores no se enteren de que las tienen; les van a aparecer cuando vayan a renovar sus carnets de conducir”.

“Los trapitos ya conocen la zona” admite Estévez: “arman una lista de las patentes que hay en cada cuadra y cuando llega un inspector van inmediatamente al kiosco a cargarlas por una hora, aprovechando los diez minutos de tolerancia que ofrece el sistema, y así sucesivamente. Está prohibido, nadie puede caer con veinte patentes, pero los comerciantes aceptan porque si bien son cómplices, también rehenes... Hay que bancarse a ciertos personajes merodeando el negocio”.

cómplices y damnificados

Concretamente, en la Comuna creen que los kioscos están entre los más perjudicados por estas prácticas: “cuando una persona va y utiliza el estacionamiento medido, el kiosquero obtiene un porcentaje de ese dinero. En cambio si se opta por pagarle al trapito la ganancia para el comerciante es nula”.

Una estadía completa en la zona de Tribunales cuesta actualmente 42 pesos, ya que se mide entre las 7 y las 14. Estévez observa que “los automovilistas recurren al ‘servicio’ de los cuidacoches por comodidad, y de paso se ahorran unos pesos. En el volumen de autos que circulan por la zona, es un negocio redituable”.

Si bien la mayor parte de las quejas y denuncias de quienes consideran desleales estas prácticas provienen de 10 y 46 y sus alrededores, también llegan desde plaza Moreno.

“En 54 entre 12 y 13, hay una bandita de muchachos, que te tratan mejor o peor según lo ‘colocados’ que estén” revelan los vecinos de la zona: “cuando llegamos, preguntan si uno puso el medido, y si no te dicen que no lo hagas y les des a ellos. No dejan mucha alternativa, porque nadie quiere terminar con el auto roto, y la policía no interviene demasiado”.