Segundo juicio por el secuestro y crimen de una joven en Gonnet

Con el relato de los policías que participaron en la investigación del caso, se inició ayer el segundo juicio oral para ventilar el crimen de María Laura Alvarez (21), una joven que hace 15 años fue secuestrada en La Matanza y asesinada en Gonnet. Dos mujeres que habían sido condenadas a perpetua recuperaron la libertad, pero ahora se juzga a los presuntos autores intelectuales de este caso ocurrido en el 2000.

Luego de que la Cámara de Apelaciones y Garantías confirmara la elevación a juicio, el expediente fue girado a otro Tribunal, que ayer comenzó el juicio, en la sala de audiencias de planta baja, del fuero penal de 8 y 57. Los imputados son Wilfredo Percy Incio Chepeyquén y su hija Mayra Incio Loretto, y son juzgados por el Tribunal Oral en lo Criminal III, integrado por Andrés Vitali, Santiago Paolini y Ernesto Domenech.

Por este crimen, en 2004 fueron condenados a perpetua Elida Disopra y Marta Orellana, una tarotista de la zona Oeste del conurbano sindicada como la pareja del médico Incio Chepeyquen, con quien la víctima tenía una relación sentimental en el momento de su muerte.

Este vínculo fue usado, según la justicia, como “trampa” para secuestrar a María Laura.

El Tribunal Oral Criminal I de La Plata concluyó que Disopra y Orellana participaron del secuestro de María Laura y de los llamados extorsivos a su padre, contador. Luego Casación bonaerense tardó seis años en confirmar las condenas y eso hizo posible que las sentenciadas quedaran libres por el 2 por 1.

En el primer juicio se dio por acreditado que el 8 de noviembre de 2000, cerca de las 14,30, Alvarez fue conducida a un departamento de Capital Federal por dos mujeres y retenida allí contra su voluntad, con la finalidad de obtener un rescate.

“A partir de la retención realizaron reiterados llamados telefónicos al domicilio de Eduardo Alvarez -padre de la víctima- exigiéndole a cambio de la libertad de su hija la entrega de dinero, unos 30.000 pesos que tenía en un plazo fijo que vencía al otro día”, precisaron los jueces en el fallo. También explicaron que “en la madrugada del 9 de noviembre de 2000, María Laura fue llevada por los secuestradoras cuanto menos obnubilada, en un VW Gol a un descampado de 508 y 11 de Gonnet”.

Allí, según los jueces, “actuando sobre seguro ante la indefensión de la víctima y para ocultar el ilícito contra la propiedad, asegurar los resultados del restante hecho y para lograr la impunidad, causaron su muerte por asfixia al tiempo que le provocaron diversos cortes en su cuerpo con un cuchillo, la rociaron con nafta y la incendiaron, para luego fugarse a capital federal”.

Los jueces dieron por probado que luego de darle muerte a la joven, las secuestradoras continuaron con sus actividades, realizando distintas llamadas a los padres de la víctima, manteniendo la exigencia de una suma de dinero para devolverla con vida, aunque mediante un rastreo de llamadas se logró detener a las autoras.