Siguen las amenazas contra el médico que mató a un ladrón

El médico que mató a un ladrón en un intento de robo en Loma Hermosa, Lino Villar Cataldo, sigue recibiendo amenazas, pese a que la fiscalía 1 de San Martín, a cargo de Héctor Scebba, inició una causa por las intimidaciones que realizó uno de los hermanos del asaltante fallecido a la familia del cirujano poco después del hecho.

“Ya sabemos tu dirección, te fuiste a Gonnet”, escribieron ahora en un grupo cerrado de Facebook, que integran quienes se identifican como una “una banda” que busca “justicia” por “Nunu”, apodo de Ricardo Krabler, el ladrón fallecido.

Darío Villar Cataldo, uno de los hijos del médico, aseguró que tanto su padre, como el resto de la familia están “muy mal” y que las amenazas son “cada vez peor”. Planteó que su “vida está arruinada. Seguramente esta gente va a tomar venganza, la madre cuando estuvo acá dijo que me iba a matar. Creo que lo va a hacer”, agregó Darío.

En tanto, expertos de la Policía Científica comenzaron ayer a realizar los peritajes balísticos, mientras los investigadores buscaban testigos que pudieron haber visto el momento en el que ocurrió el hecho.

Los análisis se centraron en la pistola Bersa modelo Thunder Pro calibre 9 milímetros de Villar Cataldo (61) y el pistolón calibre .16 marca Rexio sin numeración que empuñó el asaltante Krabler (24).

Los pesquisas quieren establecer por un lado si ambas armas eran aptas para el disparo, pero también intentarán determinar la trayectoria de los tiros del médico para establecer la mecánica de los mismos y poder verificar si es coincidente con lo que declaró en su indagatoria.

Además, los expertos forenses analizarán el auto Toyota Corolla del médico, para determinar si allí quedó algún rastro que no pudo ser levantado en una primera inspección realizada apenas ocurrió el hecho.

“En principio ya sabemos que el pistolón no tenía proyectiles ni gatillo, lo que hace que no fuera apto para utilizar. Los peritajes van a aportar algunas cuestiones básicas, pero otras que pueden corroborar o no la versión aportada por el imputado”, dijo un investigador.

Es que el cirujano declaró en su indagatoria que, después de que fue atacado a golpes por el asaltante y arrojado al piso, se arrastró hasta el cantero donde había dejado su pistola y con ésta le disparó cuatro balazos, justo en el momento en el que el ladrón lo apuntaba con un pistolón y le gritaba “¡te voy a matar hijo de puta!”.

La duda de la Justicia pasa fundamentalmente por saber si los disparos fueron efectuados por el médico mientras era amenazado y apuntado por su agresor, lo que justificaría la “legítima defensa”. El tema es que el pistolón de Krabler apareció sobre el asiento del conductor, debajo de su propio cuerpo, lo que hace improbable que la secuencia sea tal como la contó el cirujano.

Por otra parte, la policía intentaba hallar testigos del hecho. “Sabemos que pasó gente por el lugar un par de minutos antes del descenlace, pero aún no pudimos encontrarlos. Por ahora sólo tenemos la versión de los hechos relatada por Villar Cataldo, que declaró como indagado”, explicaron fuentes oficiales.