Una diva sencilla suelta en el Adriático
| 3 de Septiembre de 2016 | 00:56

Con una consistente carrera actoral que la llevó a estar nominada cinco veces al Oscar de la Academia de Hollywood, Amy Adams es una de las resplandecientes estrellas de la actual edición del Festival de Venecia, donde llegó con dos filmes que participan de la Competencia Oficial: la extraña película de ciencia ficción “The Arrival”, donde compone a una lingüista que queda al mando de una misión militar que debe entrar en contacto con una raza de extraterrestres que llegaron de imprevisto a la Tierra, y “Nocturnal Animals”, que tuvo ayer su gala y donde protagoniza a una mujer que un día recibe el manuscrito de una novela escrita por su ex esposo y que es una metáfora del dolor que generó su partida 20 años atrás.
La llegada de Adams a Venecia esconde también resonancias más íntimas, ya que junto a su hija de seis años, Aviana, vuelve al lugar donde nació, una base militar en Vicenza, provincia de Veneto cuya cabeza es Venecia, cuando su padre era miembro de las fuerzas militares estadounidenses, a comienzos de la década del 70. “En un punto es surreal o irreal, no sé cómo decirlo, justamente vine con mi hija para contarle toda la historia y por qué se llama Aviana, un nombre extraño”, dice la actriz en la isla del Lido.
DOS ROLES DISTINTOS
En “The Arrival”, Adams compone a una científica que perdió a su hija pero cuya posibilidad de conexión con una raza de extraterrestres que utilizan un idioma diferente al humano le abre la vía para recuperar esa relación perforando el tiempo. “Es algo que no pertenece a las cosas que se puedan explicar racionalmente, pero es una sola historia, la de la madre y su hija con la de la madre y su situación con los extraterrestres, es como que se ayudan una a la otra”, arriesga Adams sobre el drama dirigido por el canadiense Denis Villeneuve (“Prisoners”), que coprotagoniza con Jeremy Renner, y que tuvo sus primeras proyecciones ayer. Mientras que en “Nocturnal Animals”, comparte cartel con Jake Gyllenhall y está bajo las órdenes de Tom Ford, el genio de la moda que en 10 años levantó a Gucci de la bancarrota y la posicionó entre las principales cadenas del mercado de la ropa, y se dedica también al cine.
En este filme, Adams es una galerista con un buen pasar económico pero una vida infeliz a quien imprevistamente le llega la novela de su primer amor y a partir de su lectura (que en el cine se transforma en una estupenda película de violencia en la carretera de Texas) revive ese vínculo y se cuestiona las decisiones que tomó en su vida. “El de Susan fue un papel muy difícil de hacer porque ella no me gustaba y necesito meterme dentro de un personaje para poder componerlo, pero Tom me dejó ir tomándome el tiempo y después también era el que me leía el libro, de modo tal que fui entrando de una manera muy positiva y también me atrajo que ella está en una crisis de la que sabe que no vuelve atrás, no importa lo que pase con su ex marido pero es cierto que no está dispuesta a seguir llevando la vida que tiene”, afirma.
ALIENS POLITICOS
Ataviada con un vestido azul, sencilla, sonriente, esta gran actriz que es Amy Adams transmite la sencillez de una mujer común y podría pasar incluso por una ama de casa fuera de todo vedetismo. Y se ríe sobre las dificultades que hay en Hollywood para producir películas con mujeres protagonistas, como “The Arrival”: “Afortunadamente acá tenemos los aliens y ellos recaudan”, dice, aunque enseguida recuerda que “en verdad lo que tuvimos fue un estupendo guión, creo que la historia es convincente y que sea una mujer la protagonista es solo una parte de esta historia”.
“No creo que sea una película de extraterrestres en sentido estricto o tradicional, Denis (Villeneuve) siempre se mantuvo muy firme en eso, porque a pesar de las posibles implicancias políticas, de las explicaciones científicas o lingüísticas que aparecen en la película, él nunca quiso perder de vista que se trataba de una historia de algún modo íntima, interior”.
“The Arrival”, con estreno previsto para febrero de 2017 en el país, sigue la historia íntima del personaje de Adams, aunque plantea ciertos elementos políticos insoslayables.
“La película trata sobre la comunicación y dice que la única manera que tenemos de comunicarnos es desarrollando las relaciones humanas; si no conoces a la gente, si no estableces contacto cuando hablas, si no estás en un contexto donde una relación facilita otra, hay muchas cosas que se pierden y se malentienden. Las lenguas son solo una parte de todo eso, la comunicación, en realidad, es entender al otro, empatizar, tratar de ponerte en el lugar del otro, eso es lo que puede hacer distinto al mundo”, dice quien interpreta a una experta en lenguas que intenta establecer contacto con una raza del espacio exterior que aterriza en la Tierra antes de que se tome la decisión política de atacarlos.
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