Se cumple un año sin tren: insisten con que llegaría para diciembre

El domingo 6 de septiembre de 2015, las viejas locomotoras diesel de la línea Roca hicieron sus últimos viajes por el ramal que conecta las estaciones de La Plata y Plaza Constitución; desde entonces, a contramano de sucesivas promesas, el pasto crece entre los durmientes, los plazos de la electrificación ferroviaria se dilatan y nuestra ciudad experimenta el período más largo de su historia sin trenes.

Hace un año, la promesa del gobierno nacional era que los modernos convoyes chinos comenzarían a correr en apenas noventa días. Pero ese plazo venció sin novedades; pasaron los comicios, la administración cambió de signo, y las obras fueron reprogramadas. Actualmente, apenas el servicio universitario, entre 1 y 44 y el Policlínico, mantiene vigentes las postales ferroviarias.

A mediados de junio pasado, cuatro meses después de habilitarse el primer tramo de la electrificación (Constitución-Quilmes), los trenes llegaron a Berazategui. Ese breve tramo, de seis kilómetros y medio, es la innovación más reciente en un cronograma vapuleado: de los iniciales noventa días se pasó a más de 450, y restan adecuar antes de fin de año -el nuevo tope estipulado por el ministerio de Transporte- ocho estaciones a lo largo de 29 kilómetros.

Si bien en la cartera admiten que esas obras concluirán recién en abril próximo, insisten con que los trenes volverán a la Ciudad antes de Año Nuevo. Estos anuncios dan pie a numerosos interrogantes; entre otros, cómo se brindará el servicio en los andenes inconclusos, ya que la única parada en condiciones, a la fecha, es la de City Bell. Faltan las de Plátanos, Hudson, Pereyra, Tolosa, Ringuelet, Gonnet, Villa Elisa y La Plata, ya licitadas.

También se impone preguntarse con qué frecuencia correrán los trenes en tierra local; se prevé que lo hagan cada diez minutos, pero con la infraestructura existente (sólo siete pasos a nivel entre Villa Elisa -1 Y 415 bis- y la estación de 1 y 44) esto implicaría interminables colas de vehículos frente a las barreras.

Si bien se proyecta un paso bajo nivel en 1 y 32 (que se sumaría a los que hay en 1 y 520, y las estaciones Ringuelet y City Bell -y a más largo plazo la Comuna proyecta excavar otros en 1 y 38, Gonnet y Villa Elisa-), su concreción tomará al menos ocho meses, y aún debe iniciarse el trámite licitatorio.

Entre las obras complementarias de la electrificación que se enclavarán en suelo local, la más próxima a iniciarse es la del Taller de Alistamiento y Depósito Tolosa, cuya adjudicación se conoció anteayer. A partir de octubre, los emblemáticos talleres ferroviarios de 1 y 526 serán parcialmente demolidos y transformados en un área de mantenimiento y lavado de formaciones ferroviarias.

DEBATES Y RECLAMOS

El ciclo de reuniones vecinales e institucionales en pos de lograr el soterramiento de las vías bajo la avenida 1, entre 528 y 44, sigue sumando episodios.

Anteanoche, el club Belgrano fue escenario de una charla en la que se advirtió acerca de las “consecuencias preocupantes que se desencadenarán si sigue adelante el proyecto de electrificación tal como lo presentó el Ejecutivo”.

Convocado por el concejal opositor Pedro Borgini, el encuentro tuvo como expositores al arquitecto y docente Gustavo Cremaschi y el ingeniero Ricardo Raia.

En tanto, los dirigentes del Frente para la Victoria Gustavo Di Marzio, Victoria Tolosa Paz, Emilio Muntaner y Omar Alegre señalaron que acompañarán hoy, a partir de las 7.30, un reclamo de usuarios del Roca en la esquina de 1 y 42, al haberse cumplido un año de la suspensión del ramal.