Lanús: “Chorro que mató, chorro que hay que matar”

El padre de Juan Ignacio Tejero (22), el joven asesinado el lunes por la noche por delincuentes que pretendieron robarle su auto en Lanús, pidió ayer que los homicidas “paguen pena por pena” y le reclamó a la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, que trabaje para “sacar las armas de la calle”.

“No sé cómo voy a hacer para seguir viviendo, no sé cómo se sigue. Estamos mal, estamos viviendo mal”, dijo Juan Carlos Tejero en la casa velatoria de Lanús donde la familia despidió los restos de Juan Ignacio.

“Queremos que el que hizo esto pague pena por pena. Chorro que mató, chorro que hay que matar. Le pido a Bullrich que entre a las villas y saque las armas. Así como están haciendo con las drogas, que saquen las armas de las calles”, pidió.

Tejero anunció una marcha en reclamo de Justicia para la semana que viene en la Municipalidad de Lanús. El crimen ocurrió cerca de las 21 del lunes, cuando Juan Ignacio y su pareja Alejandra (19) salían de la casa que comparten con su bebé recién nacido y su suegro a hacer compras para la cena.

“Venían de llevar al bebé al médico, me lo dejaron e iban a ir al supermercado para comprar la cena y cuando estaban adentro del auto, los agarran”, dijo a la prensa el suegro de Juan Ignacio, de nombre Gustavo, quien agregó que supo por su hija que los delincuentes “eran dos”, aunque no sabía si había “un tercero en el auto” en el que se movilizaban. Ese coche, un Chevrolet Cobalt gris dominio MST-669 fue hallado ayer incendiado y con las puertas abiertas en Berutti al 4500, en el barrio porteño de Pompeya. Se supo que había sido robado a mano armada el lunes último en jurisdicción de la comisaría 10ma. de la Policía Federal, dijeron los informantes.

Tejero y su mujer fueron abordados cuando salieron de la vivienda situada en Colombia 1583, en la localidad de Gerli por dos asaltantes que bajaron de un Cobalt color plata. Juan Ignacio atinó a poner la marcha atrás, aceleró con la intención de escapar y el ladrón que los amenazaba del lado del acompañante le disparó un tiro que le impactó en el tórax, entre el hombro izquierdo y el pectoral.

Sin embargo, Gustavo aseguró que su yerno no se había resistido, sino que los delincuentes “directamente le dispararon”.

“No sé si la reacción de abrazarse de ellos (provocó el ataque) o qué, pero directamente le dispararon. Él la quiso cubrir a ella, por eso le entró la bala a él, para protegerla”, consignó.

Los homicidas escaparon sin concretar el robo y Alejandra comenzó a pedir auxilio a los gritos, por lo que Gustavo salió de la vivienda y llamaron al 911. Juan murió poco después.

Juanchi”, como lo conocían en el barrio, estaba contento porque recién comenzaba una nueva vida junto a Alejandra, su pareja, y la llegada del pequeño Bautista les daba el mejor de los motivos para salir adelante. Dos criminales cortaron de raíz todos sus proyectos.