San Carlos tuvo un minuto de desconcierto y lo pagó caro

P ara San Carlos fue un miércoles de “perros”. De esos que no se van a olvidar rápidamente. Porque perdió un partido increíble ante Deportivo Riestra y porque además, dejó escapar una gran oportunidad de quedar sólo en la punta del campeonato. El fútbol tiene esas cosas. Y muchas veces no se encuentra explicación.

El primer tiempo fue un verdadero fiasco. San Carlos se mostró más decidido; mientras que Deportiva Riestra estudio el panorama antes de “tirarse a la pileta”.

Por eso salió un partido chato, aburrido y sin emociones sobre los arcos. Pero dentro de ese contexto de pobreza, el equipo de Berisso fue el que mostró algo más que su adversario. Le costó armar juego, es cierto, pero las veces que pisó el área de enfrente fue picante.

En la segunda etapa, San Carlos puso toda la carne en el asador. Y de a poco fueron creciendo Nahuel Fernándes Silva en el armado del juego; Leo Morales en la recuperación y Jorge Chiquilito, que en el primer capítulo pasó casi inadvertido. Riestra se refugió bien el fondo, y de vez en cuando aprovechó los espacios para llevar peligro.

La Villa, después de la media hora, puso a su rival contra las cuerdas. Primero fue Slezack, que no le dio precisión al remate; luego Aguimcer, que la tiró por arriba después de una gran jugada de Fernándes Silva. Y después fue Nico Cabrera el que estuvo cerca de convertir.

Riestra encontró su premio, quizás exagerado, a los 47. Infracción “inventada” por el árbitro. Centro al corazón del área mientras todos “dormían” y el cabezazo de Nahuel Benítez, anticipándose Sessa, a para marcar el único gol de la tarde.