Secuestraron casi tres kilos de marihuana en la Terminal

En un operativo de rutina, que cada tanto se hace en la Terminal de Micros para rastrear a posibles transportadores de drogas, un grupo de policías identificó ayer a un joven que provenía de Misiones y notó que los perros entrenados habían encontrado algo en su bolso. El olfato canino no se equivocó: eran casi tres kilos de marihuana disimulados entre un montón de ropa.

Alrededor del mediodía de ayer, un colectivo procedente de esa provincia mesopotámica ingresó en el playón de 4 y 41. Los pasajeros se fueron bajando y algunos esperaron su turno para retirar los bolsos del buche del ómnibus.

Ni bien ese micro llegó a la Terminal, los efectivos de las policías Federal y Local se acercaron. Casi siempre su interés está puesto en colectivos que hayan salido del norte del país y de naciones limítrofes.

Generalmente, buscan decomisar drogas o mercadería contrabandeada. Inclusive hay operativos que se suelen instrumentar con los datos dados por alguna fuente reservada, avisando que se podría estar encubriendo alguna maniobra ilegal.

2.985 gramos

El nombre oficial que llevan estos operativos es de “interceptación selectiva de ciudadanos”. Al primer indicio de la procedencia del colectivo se le sumó el olfato de los golden y labradores que “trabajan” para la Federal. Los perros detectaron de inmediato algo irregular en el bolso que cargaba un joven que se había bajado de ese micro.

El entusiasmo de los animales por husmear ahí les dio a los policías la pauta de que debían requisarlo. Les costó poco encontrar los “tres envoltorios grandes” con marihuana que esa persona escondía entre un montón de ropa. Cuando se hizo el pesaje oficial se comprobó que los tres paquetes pesaban en total 2.985 gramos.

El entrenamiento de un perro para una tarea de estas características puede llevar “entre dos meses y un año”, explicaron los agentes de la división que trabaja con esos animales.

“Ellos responden a un olor que ya conocen de antes. Por asimilación, reconocen el aroma en un trapo, y eso es lo que buscan en el equipaje de los colectivos”, señalaron los mismos efectivos. Para identificar la cocaína, antes los hicieron oler un ácido. Y con la marihuana, se trabaja con un perfume hecho a base de esa sustancia.

El hombre que ayer fue capturado en la terminal fue, en principio, demorado por la tenencia de esa cantidad de droga. Sin que trascendieran sus datos personales, lo que ahora se está investigando es “si él era el encargado de la presunta distribución y venta o si en realidad no es más que un eslabón en esa cadena ilegal”, dudaron fuentes allegadas al expediente.

Estos operativos policiales en la Terminal habían comenzado hace meses, repitiéndose de forma aleatoria “en otros puntos donde se sospecha que podría haber tráfico” de sustancias y de mercaderías contrabandeadas, según los propios agentes afectados a ese trabajo.