Exploraron la bóveda del patio del Arzobispado pero sigue el enigma

La cámara abovedada de la época fundacional que se halló accidentalmente en la sede del Arzobispado local, y puso nuevamente en el centro de la escena la leyenda de la red de túneles bajo el “eje monumental” de la Ciudad, sigue dando que hablar; miembros de un equipo de investigación urbana detectaron indicios que darían cuenta de la presencia de un aljibe o cisterna.

El impactante palacio situado en 53 entre 14 y 15 fue erigido por voluntad del gobernador bonaerense Carlos D’Amico, también senador nacional y ministro de Dardo Rocha. Inaugurado en 1887, el año en que el dirigente dejó la primera magistratura provincial, su esplendor duró poco. En 1907, el obispo Terrero lo adquirió para convertirlo en asiento de la Curia, y cumple esa función desde entonces.

La bóveda encontrada bajo uno de los patios exteriores, a un par de metros de uno de los accesos a la mansión, es según los expertos sólo uno de los secretos edilicios que podría guardar celosamente la mansión. Ayer, integrantes del Equipo de Investigaciones Sociohistóricas “Proyecto Nueva La Plata” se acercaron al lugar y obtuvieron una filmación del interior del pozo descubierto por operarios que realizaban tareas de recambio de cañerías.

“Pudo verse un domo de ladrillo sin bifurcaciones, cilíndrico, de tres metros de diámetro” explicó Ezequiel Aldazábal, estudiante avanzado de museología y arqueología que desde hace quince años estudia los mitos platenses e introdujo su cuerpo en el boquete.

“El piso de la cámara está cubierto de agua, por lo que es imposible, por ahora, calcular su profundidad” advirtió Aldazábal, quien realizó la exploración acompañado por su colega Oscar Schwerdt y gestiona la página de facebook “Túneles de La Plata”.

La única abertura, un anillo cegado por cemento y ladrillos rotos, es circular, tiene sesenta centímetros de diámetro y está en la cara superior del domo. “Esto, y la existencia de huecos más pequeños a los costados -de diez o quince centímetros-, que podrían ser los agujeros de recuperación de agua, inducen a creer que se trataría de un aljibe o algo similar” estimó Aldazábal.

El investigador urbano aclara que “será el equipo de arqueólogos del municipio el autorizado para dar el último veredicto; en cualquier caso es una estructura de tiempos de la fundación y lo que se encuentre sumará un aporte importante a la historia de la Ciudad”.

Desde las áreas de Cultura y Patrimonio del municipio se confirmó que un equipo técnico evaluará durante la próxima semana la manera de encarar la prospección del hallazgo subterráneo.

Al mismo tiempo, personal del Arzobispado inició trabajos en muros interiores del palacio D’Amico que podrían ocultar antiguas aberturas tapiadas en sucesivas remodelaciones. De acuerdo con las teorías que hablan de la presencia de una red de túneles en el centro platense, uno de esos pasadizos comunicaba la Curia con la Catedral, al otro lado de la calle.

Ezequiel Aldazábal distingue tres tipos de túneles locales: los del mito, los que unían dos sectores de un mismo complejo, como el de la plaza Malvinas/Regimiento 7, y los que corresponden a tramos actualmente en desuso de la red de arroyos entubada en 1910.