Vero Lozano y un regreso de 7 puntos

Tras la despedida del clásico “A.M”, Verónica Lozano pasó un año alejada de la pantalla chica, una ausencia que terminó esta semana cuando el lunes, a las 17.30, regresó a Telefé con un programa a su medida: “Cortá por Lozano”.

El envío, que va de lunes a viernes con un trajinado formato de magazine y panelistas, registró en su primera semana una para nada despreciable marca de 7 puntos de promedio, con los que buscará imponerse en una franja en la que lideraba con holgura el principal competidor de Telefé: El Trece.

Psicóloga, ex modelo y actriz aseguró que “lo que me halaga mucho es seguir contratada por el canal”. “Lo siento como un mimo y como una apuesta a mi persona”, subrayó a bahiense, de 46 años, que está casada con el empresario Jorge “Corcho” Rodríguez junto a quien procreó a Antonia, de 7 años.

“Cortá por Lozano”, que se emite de lunes a viernes de 17.30 a 18.30, demostró esta semana su oferta, apelando a un menú con entrevistas, sketches, notas de servicio, el seguimiento del reality “Despedida de solteros” y unas singulares sesiones de terapia donde Lozano “atiende” a famosos invitados -en los primeros días pasaron Carina Zampini, Lali Espósito y Juan Darthés-.

En el piso, la conductora está acompañada por un panel integrado por Mauro Szeta (información judicial y policial), Paola Juárez (análisis político), Liliana López Foresi (actualidad), Agustina Kämpfer y Connie Ansaldi, quien se acaba de mudar de canal tras haber quedado desvinculada de Ideas del Sur.

Capaz de reflexionar en torno a su rol y el de sus acompañantes, la animadora que en radio trabajó con Juan Castro y Daniel Tognetti sostuvo que “creo en el laburo en equipo y quiero que todos brillen”.

Pero inmediatamente y apelando a la ironía que es parte de su marca registrada, deslizó que “a medida que el grupo se va conformando, descubrís al que te rema cualquier cosa y también al que nunca te ayuda a levantar la mesa”.

a cuestas

Consultada en relación al desafío de volver a ponerse sola la mochila de la conducción, una tarea en la que se mueve desde hace veinte años pero que en la última década compartió con su amigo Leo Montero, reveló: “Estar sola en el sentido de la conducción me genera por lo menos dos sensaciones: me da miedo y me gratifica”.

En el sentido del miedo, aseguró, el formato le hizo más fácil la decisión. “A mí me gusta la posibilidad de distenderse sin tener que estar tan pendientes de la actualidad ni tener que competir con ‘Intrusos…’”, reconoció.

En relación a la cantidad de formatos iguales, en las grillas de los diferentes canales de aire, sostuvo que la impronta se irá descubriendo con el correr de las emisiones. “Yo tengo una manera de decodificar y una tendencia al humor. Sin duda me lo tomaré a risa si hablo de Fede Bal pero me pongo seria para, por ejemplo, referirme a las inundaciones”.

Sobre el rating, se sinceró y, a diferencia de otras figuras que dicen que el rating no les importa, Lozano confesó que es un medidor que le interesa y del que está pendiente.

“Yo veo todo y cuando estoy viendo televisión también miro el rating. Me gustan los números de rating que para son mí como el casino pero también como un GPS porque termina siendo lo que marca el rumbo y la continuidad de un programa”, remarcó.

En la misma línea, reconoció que no se trata, sin embargo, de una presión extra. “Soy consciente del contexto, laburo con todo y, a la vez, descanso en mi equipo”.

Lozano, amante de Netflix, sigue en paralelo con su otra pasión: la moda. “Sigo haciendo la ropa con Natalia Antolín y ya tengo armada la colección de invierno porque haciendo eso vivo otro ritmo, otra tranquilidad, otra música, otro tiempo”, reveló y contó que diseña a partir de lo que ella luciría. “Es toda ropa que yo usaría como concepto y la idea es que con la sapiencia de Natalia esa prenda pueda adaptarse a los distintos cuerpos para estar linda y sexy”.

Esta faceta, dijo, la hace estar más en sintonía con las mujeres. “Siento que conecto. Genero una empatía en lugar de una cosa de rivalidad”, concluyó.