Cañerías de más de 50 años para abastecer a barrios que crecen

Hay un elemento que aparece con frecuencia en el testimonio de los vecinos que viven en los barrios afectados por la falta de agua o la baja presión: “el barrio creció mucho”, dicen, “y la infraestructura es la misma de siempre”.

En esto coinciden algunos expertos que apuntan a la obsolescencia de las redes y a la falta de planificación en el crecimiento de la Ciudad para explicar el momento crítico que atraviesa la red de agua.

En este sentido, algunos especialistas plantean que buena parte de las cañerías son obsoletas, que tienen más de 50 años y que se notan, en su estado, años pasados sin inversión.

“Están viejas, rotas, muy oxidadas en algunos casos. Y esto se nota mucho también en el caso de los barrios que han crecido y que disponen de la misma red que antes”, dice, por caso, el concejal Gastón Crespo, que en el año 2016 hizo un mapa de las pérdidas de la red de agua a partir de las denuncias registradas en su página web por los vecinos.

Al analizar esa experiencia, Crespo destaca que “con del Mapa de Pérdidas de Agua se logró visibilizar y cuantificar un problema que se repetía en todo el partido. De a poco se vio un avance en los trabajos de reparación de las pérdidas en la vía pública, pero también se observó que arreglaban una pérdida y en la esquina siguiente surgía otra. Esto demuestra que el sistema está colapsado, que las cañerías necesitan ser renovadas casi en su totalidad, que no hubo planificación alguna en el crecimiento urbano”.

El estado obsoleto de la red de agua también fue destacado recientemente por el intendente Julio Garro con motivo de la presentación del plan de obras para el Acueducto Norte, con el que se busca mejorar la distribución de agua potable en Vila Castells y Gonnet.

“Esta es la realidad de la red de agua potable que nos dejaron (dice en su cuenta de facebook en el comentario a una foto que muestra caños deteriorados y oxidados). Este problema se repite en cada barrio, por eso estamos acelerando los trabajos para dar respuesta de manera urgente”, agrega.

En octubre del año pasado Absa anunció un plan para reemplazar 30 kilómetros de tuberías de hierro fundido por conductos plásticos en el marco plan de renovación de la red de agua corriente. Según se informó, el plan busca extraer de debajo de las veredas 28.115 metros de caños metálicos, algunos con más de medio siglo de servicio, corroídos, pinchados y estrangulados por sarro y sedimentos, para enterrar en su lugar otros de polietileno de alta densidad (PEAD).