River encontró los goles en un Superclásico muy caliente

Driussi, de penal, y Mina marcaron la diferencia en Mardel

En una de las últimas noches de enero, Boca y River volvieron a encontrarse anoche en Mar del Plata, y por más que hubo quienes se empeñaron en resaltar que se trataba de un amistoso de preparación, los protagonistas directos, adentro de la cancha, y el público, que colmó las tribunas, certificaron que un Superclásico tiene valor en cualquier circunstancia.

Hubo protestas de entrada, reclamos, pierna fuerte y una tarjeta amarilla que Néstor Pitana a Pablo Pérez, un abonado a la amonestación, que de todos modos, a los 8 minutos, dibujó un pase de categoría para la entrada libre de Pavón, bien presionado por Batalla.

Antes del Superclásico, en la zona de vestuarios, los organizadores de la Copa de Oro le entregaron al capitán Fernando Gago el trofeo que Boca se adjudicó en el triangular jugado con San Lorenzo y el Pincha

A esa altura, el conjunto de Guillermo Barros Schelotto empezó a predominar en el juego tras un comienzo con iniciativa de los Millonarios, que buscaron el arco un par de veces, con respuesta no del todo segura de Werner, quien empezará de titular en el reinicio del torneo.

Respecto al ataque de la escuadra que dirige Marcelo Gallardo, entró a la cancha con un cambio de última hora: Mora en lugar de Alario, quien fue protegido para la final de la Supercopa Argentina contra Lanús.

A partir de la media hora, y luego de un recrudecimiento del juego brusco, con advertencias y tarjetas de amonestación, el juego ganó en velocidad, con situaciones de alto riesgo en los dos arcos.

Primero asustó Boca, con un desborde por derecha a cargo de Centurión, enseguida por un pelotazo bajo, al primer palo, cruzado desde la izquierda; River contestó con dos centros de Mayada, escalando por derecha, el segundo de los cuales fue conectado de cabeza por Mora y el arquero levantó con un manotazo.

Guillermo cansó al cuarto árbitro, que llamó a Pitana, quien lo expulsó, y el primer tiempo se completó con un par de ataques a fondo del conjunto Xeneize, que de ese modo finalizó la primera etapa mejor armado, de mitad de cancha en adelante.

El segundo tiempo empezó en un clima de nervios, porque Gallardo y Gustavo Barros Schelotto ingresaron a la cancha pasados los 15 minutos reglamentarios, y el árbitro los expulsó. Pidieron explicaciones, hicieron lo posible para quedarse, pero no hubo forma. Matías Biscay y Ariel (“El Pata”) Pereyra quedaron a cargo de Millonarios y Xeneizes.

Una combinación Mora, Driussi e Ignacio González dejó a Nacho en posición favorable, pero tapó Werner, y a los 17 un penal de Sebastián Driussi, por mano de Insaurralde, le permitió a los Millonarios ponerse en ventaja. Levantaron temperatura las tribunas, y volvió a explotar el sector de River cuando Arturo Mina selló el segundo, de cabeza.

El nerviosismo desembocó en un cruce generalizado que dejó tres expulsados, y adelantó el final.

El Pata
Fernando Gago
Guillermo Barros Schelotto
Gustavo Barros Schelotto
Ignacio González
Marcelo Gallardo
Néstor Pitana
Pablo Pérez
San Lorenzo
Supercopa Argentina

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