Año nuevo, ¿tevé nueva?

La masividad del melodrama evangélico “Moisés y los Diez Mandamientos”, que se transformó en el suceso televisivo del año, junto al buen rendimiento de tiras como “Educando a Nina” y una balanceada programación a lo largo del día permitieron a Telefe alzarse en el 2016 con el liderazgo en materia de audiencia, al contabilizar 8.9 puntos promedios de rating de enero a diciembre, en el marco de un año donde una vez más el encendido general de la televisión de aire volvió a caer.

Telefé, que en noviembre pasado fue vendido por Telefónica al grupo Viacom por 345 millones de dólares, se transformó en el canal de mayor audiencia de la televisión argentina por quinto año consecutivo a través de la nueva fórmula de la tevé abierta: los “enlatados”. Durante los últimos años, los éxitos más convocantes han llegado en forma de ficción extranjera, algo que genera una alarma en la industria argentina, complicada por la crisis económica general, y buscando desesperadamente un éxito propio que permita sostener presupuestos y fuentes de trabajo en un momento donde hasta Ideas del Sur, la productora del programa de televisión argentino más exitoso de la última década, “ShowMatch”, ha visto recortada su plantilla.

Pero ni el empuje de Tinelli es suficiente: este año Marcelo tuvo que conformarse con pugnar por el segundo puesto de las audiencias por primera vez en su historia, agudizando la sensación de que el formato televisivo que propone comienza a dar señales de agotamiento, una sensación matizada por los ratings del mes final del “Bailando”. Con los números de Marcelo y poco más para destacar en un año donde El Trece no consiguió ninguna ficción emblemática, el canal del solcito quedó en segundo lugar, que obtuvo un promedio anual de 8.46 puntos de rating aportados por una grilla cargada de programas de juegos, de bajo costo y buen rendimiento.

El Trece fue seguido por América (4,48), Canal 9 (2,95) y la Televisión Pública Argentina (1,6). Los dos canales líderes se llevaron en conjunto el 66 por ciento de la audiencia de la televisión abierta, mientras que América, el 9 y el 7 se repartieron el 34 por ciento restante.

CON LO JUSTO

De todos modos, a pesar de la fuerza de “Moisés” y de que Telefé exprimió el éxito bíblico brasileño sobrecargando la pantalla de previas, repasos y repeticiones, a lo largo de 2016 la lucha fue muy pareja y el canal de las pelotitas se impuso por sólo 0.44 puntos, tras ganar siete de los doce meses del año. Hubo empate en septiembre (9,7 para ambos), mientras que El Trece se posicionó como líder hacia mitad de año y con el impulso de Tinelli y su “ShowMatch” logró triunfar en junio, julio y agosto, presagiando un posible cambio de liderazgo anual, que no se materializó ante el buen desempeño de la telenovela brasileña producida Rede Record de la Iglesia Universal de Cristo a lo largo de todo el año, y las ventajas que la telecomedia “Educando a Nina”, protagonizada por Griselda Sciliani, Esteban Lamothe, Diego Ramos y Jorgelina Aruzzi, tuvo en el horario de mayor encendido por sobre el melodrama “Los ricos no piden permiso”, con un multielenco integrado por Luciano Castro, Araceli González, Gonzalo Heredia, Agustina Cherri, Luciano Cáceres y Julieta Cardinali.

Las diferencias entre Telefé y El Trece, de todos modos, se estiraron este año respecto a la terrible guerra del 2015, cuando solo un 0,06 distanció a ambas emisoras, y el canal programado por Adrián Suar consiguió imponerse en junio, julio, agosto, septiembre y noviembre, y en la medición anual quedó apenas por debajo de los 8,44 que hizo Telefe.

Más allá de las disputas entre líderes, en 2016 el encendido televisivo volvió a caer, profundizando una tendencia que se arrastra desde 2004 y que a lo largo de 12 años disminuyó el encendido televisivo en 12.6 puntos promedio de rating

Pero más allá de las disputas entre líderes, en 2016 el encendido televisivo volvió a caer, profundizando una tendencia que se arrastra desde 2004 y que a lo largo de 12 años disminuyó el encendido televisivo en 12.6 puntos promedio de rating, más de un millón y medio menos de televidentes para los canales de aire en Capital y Gran Buenos Aires, que es el área alcanzada por las mediciones de Ibope.

El streaming, la televisión por cable y las nuevas plataformas parecen jugar cada vez más sus propios partidos y orientar el consumo audiovisual hacia nuevas modalidades, degradando la centralidad de la pantalla chica en favor de otros formatos y modos de ver. Pero, además, la producción nacional atraviesa una durísima crisis atada al momento financiero del país pero marcada también por la repetición de sus propuestas, una falta de audacia también responsable por alienar a una audiencia mucho más sofisticada que hace una década.