Fue a brindar con sus hijos y le robaron todos sus ahorros y joyas en Ensenada

El domingo pasado sucedieron en Ensenada tres episodios delictivos importantes, que pusieron en alerta a toda la localidad por la inseguridad. Además de dos entraderas (ver nota secundaria), hubo un asalto ocurrido en plena madrugada del 1º de enero.

Para Susana Carrasco (65), una vecina del barrio Cambaceres, el 2017 empezó muy mal. A poco del brindis y cuando volvía a su casa para descansar, se encontró con que habían entrado ladrones. Luego de buscar por todos los rincones, confirmó que le habían robado una cantidad de plata importante, que los investigadores redondearon en “alrededor de un millón de pesos”; los ahorros de siempre: “Me arruinaron para el resto de mi vida”, sintetizó ella.

El 31 de diciembre a la noche la víctima abandonó su domicilio, en Haramboure entre Illia y Perón, y fue a recibir el nuevo año con sus dos hijos. Cuando regresó, entró a la casa y vio una ventana trasera abierta, distinta a como la había dejado. Fue el primer indicio de que algo malo había pasado.

Le llevó pocos minutos darse cuenta de que algunos delincuentes -nadie sabe por ahora cuántos- habían arrasado el lugar.

Luego de llegar al centro de la manzana por un inmueble aledaño, los intrusos se metieron por una puerta sin rejas. ¿Estuvieron esperando a que la vivienda quedara desocupada?

Uno de los rasgos sospechosos del episodio fue que, por ejemplo, había una computadora, una tablet y otros elementos de valor fácilmente portables que a los ladrones no les interesó llevarse.

Quedó claro que sólo les interesó el robo de dinero y de alhajas de oro. De eso se compuso el botín que se llevaron. Susana confirmó que le sustrajeron “los ahorros de 42 años de trabajo y sacrificio” y la plata de alquileres de propiedades que no le pertenecen pero que ella administraba.

En total, los ladrones se robaron 30 mil dólares, 40 mil pesos, más otra cantidad de efectivo en ambas monedas no especificada.

Todo el dinero “estaba repartido en distintos lugares” y para encontrarlo “revisaron a fondo en mi habitación y en el baño”, indicó Susana, en diálogo con este medio.

En su afán por encontrar más efectivo, los intrusos llegaron a romper empejos, vaciar muebles y hasta requisar una claraboya. Una caja con joyas de oro completó la lista de objetos sustraídos. Para la mujer tenían un valor sentimental importante. Además eran costosas.

Susana recorrió su casa, que no parecía la misma por el grado del desorden, y llegó a sentirse descompuesta. La Policía Científica realizó peritajes y encontró huellas de los intrusos por varios sectores.

“Cuando quise hacer la denuncia en la comisaría (Primera de Ensenada) me pidieron que volviera más tarde, cuando estuviera el mismo oficial. Ahora no me importa recuperar nada, solamente quiero saber quién fue”, pidió la mujer.